El hijo de Eça de Queiroz (o Queirós) recupera esta novela inédita de la famosa maleta de hierro de su padre. Guarda esta nouvelle similitudes con Los Maia (en cuya lectura ando inmerso); si bien ahí el desdichado cornudo decide suicidarse a las primeras de cambio, aquí el protagonista, Alves, se lo piensa mejor y tras ver a su mujer coqueteando en el sofá de su casa con su socio y compañero de trabajo un tal Machado, en lugar del suicidio opta por apartarla de su vera y devolverla a los brazos de su padre, sin sustraerse a la debida manutención. El asunto pasa por decidir qué debe hacer Alves. ¿Debe suicidarse, matar a Machado, medirse en duelo, con espada, con armas, matar a su mujer?. La narración en tono de comedia va calibrando las distintas opciones, sus pros y sus contras sin que en última instancia parezca que importe mucho lo que realmente siente Alves o cuáles son sus verdaderos sentimientos hacia su separada esposa.
Importa más la fachada, el qué dirán, evitar las habladurías. Mantener la compostura.
Los amigos de Alves y los de Machado consiguen encauzar una situación que podría ser letal, encarrilando la situación por el camino de la cordura, de la mesura con un final que se me antoja moralizante y que desbarata en cierta medida toda la tensión, toda la comicidad y toda la intriga previa.
A pesar de esto leer a Maupassant a Chéjov, o a Queiroz, en estas medias distancias, siempre es un deleite.
Rey Lear. 2007. Traducción de Juan Lázaro.
Literatura portuguesa en Devaneos | José Luís Peixoto, Fernando Pessoa, Vergílio Ferreira, Afonso Cruz, António Patrício, Álvaro do Carvalhal, Eça de Queiroz.
Hola. No es de sus novelas más conocidas pero me resultó muy divertida y creo que trata muy bien la forma de pensar de esa burguesía que Eça tan bien conocía. Saludo.