No sé si La marca del lobo tiene pensando estrenarse en los cines españoles, pero de no estrenarse, no nos perderíamos nada interesante, pues este nuevo acercamiento al «hombre lobo» nada nuevo aporta a las películas precedentes que han tratado el tema.
La película comienza cuando en una casa próxima a un bosque, unos hombres armados entran en una casa y la emprenden a tiros con todos sus habitantes. Solo una niña logra huir.
Luego la acción se desplaza al tiempo presente, en Rumanía, donde la niña, ahora es una mujer muy guapa llamada Vivian. La familia de la chica fue asesinada porque sus miembros eran hombres o mujeres lobo, y Vivian está llamada a ser la jefa de la manada de hombres lobos. La chica se gana la vida haciendo chocolates caseros (de ahí el nombre del título original Blood & Chocolate).
En escena aparece un chico americano, experto en hombres-lobos sobre los que ha escrito varios libros. Entre ellos dos surge el amor, pero ella no le dice su secreto, a fin de protegerlo. Mientras, el resto de la manada de lobos comienza a ver con malos ojos la relación de la pareja. Así que Vivian deberá decidir si quiere asumir su liderazgo o llevar una vida normal junto a su amor.
La película no es nada espectacular. Los efectos especiales se cuentan con cuenta gotas, y consisten en ver como los hombres y mujeres se transforman en lobos, mediante una luz blanca luminosa que permite la transformación.
Entre las caras conocidas está el Francés Olivier Martinez, que es Gabriel, el jefe de la manada, el cual se las tendrá con Vivian, cuando ésta le manifieste su deseo de dejarlo, de ser una más.
Al menos la película dura una hora y media, que he visto con total indiferencia, pues nunca logra hacer que entres en la película o que te sorprendas con algo de lo que ves en la pantalla, con una ristra de escenas a cual más anodina.