Fui con mi tío a este sitio hace unos años y ahora de paso por Barcelona volver a la Granja Viader era algo obligatorio y necesario para mi estómago ávido de sensaciones únicas. En esta Granja, de las pocas si no la única que queda en Barcelona, donde se inventó el Cacaolat, puedes comer una nata única, con un chocolate extraordinario. Sirven también leche fresca que es una maravilla, y el local tiene el sabor de lo añejo.
Siempre que pase por Barcelona, mientras la Granja Viader siga abriendo seguiré viniendo. Está situada en la calle Xuclà en una de las calles que corta a la Rambla.
Algunas fotos que hice permitirán hacerse una ligera idea de las sensaciones que deparan el paso por este sitio único.