Gonzalo Hidalgo Bayal
Tusquets
232 páginas
2006
El blog que el escritor extremeño Gonzalo Hidalgo Bayal tiene en marcha desde 2005 es una delicia. A Bayal llegué por una reseña que leí de este libro en Babelia. Y me alegro de haberla leído. Cuando Gonzalo Hidalgo Bayal publicó esto no era muy conocido, ni vendía millares de libros, así que haber llegado a él es cómo encontrar un tesoro. De este libro google arroja una dos mil resultados. No está mal.
Un hombre en la edad del desguace baja en una estación a llenar una botella de agua y cuando sale de la cafetería, el tren ha partido, sin él. Ese instante supone un antes y un después en su vida, que no es otra cosa que una bajada a los infiernos, un camino sin retorno. Sutilmente, el extraño al que todos acabarán conociendo como El interventor, aunque apenas intervenga en nada, irá mutando, desvistiéndose de sus hábitos y costumbres, de su vida pasada, para ir conformando otra identidad, en un ambiente hostil, inhóspito, de noches gélidas y pocos abrazos, donde es evidente lo fácil y sencillo que es perder el norte y acabar desbarrando, perdido en un pueblo innominado, con una galería de curiosos personajes como Cristo, el trapense mondarín, el barquillero, la puta adolescente, la churrera, el afilador, el guardabarreras y el camarero ciclista, entre otros. Todos ellos nos harán pasar unos ratos inolvidables, donde prima el humor, el sarcasmo, la desesperanza y una realidad cruda y descarnada que pone los pelos de punta.
Esta sencilla en apariencia historia se enriquece en cada página con la mirada que el autor pone sobre las cosas, dándoles una nueva luz, con material de sobra con el que aprovisionarnos y luego reflexionar en calma.
Paradoja del interventor me ha descubierto a un escritor imprescindible como Bayal y me ha deparado una de las lecturas más agradables de los últimos años.
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