Manuel Rivas, curtido en la poesía, el cuento, periodismo y en la novela, escribe su primera pieza teatral, que fue estrenada por la compañía Sarabela Teatro bajo la dirección de Ánxeles Cuña Bóveda el 15 de octubre de 2005 en el Teatro Principal de Ourense, coincidiendo con la celebración del 25º aniversario de la creación de Sarabela Teatro.
Rivas dotado de una sensiblidad especial, como viene demostrando en todos sus escritos, nos muestra a un puñado de personajes magnéticos. Tenemos a Robinson (también llamado Caronte) que regenta un bar, en el que hay combates de boxeo, en donde él se enfunda los guantes, donde suenan los fados de su compañera Lucía. Un Robinson que combatió en Sidi Ifni, y que a su regreso no encontró aplausos, ni ovaciones o abrazos, solo el olvido como epidemia social, hacia una guerra secreta. Un hombre que fue torturado pero que no cantó, no delató a sus compañeros, un legionario convertido en boxeador y en barman, que suelta puños como lanza palabras que son cañonazos.
La historia tiene lugar en La Coruña, a principios de los años 70 en una ciudad porteña dentro de en un país tomado por Franco y sus secuaces, que llevan demasiados años imponiendo la ley del silencio, la represión, el miedo (mediante los Hombres de Sombra, que aparecen en la obra).
«cuando la dictadura de se convierte en un paisaje natural por la resignación de unos o la complicidad de otros, y sólo una minoría resiste».
Robinson resiste, también Lucia y Lanzarote, un ser que surge de la nada, portando su cámara portatil Understood, perseguido por la justicia. Aparece también Medias Vermellas, una mujer de pasado trágico, con desvarios que dice se expresa con onomatopeyas y dice cosas como estas:
El frío no es una propiedad. Es ausencia de calor en la materia. Un aeroplano sulfató los pentagramas. Las personas hablaban con bocanadas de humo. El silencio mudo. Bofetadas al payaso, zancadillas a Charlot. El mar con los labios secos. Los trescientos cuervos. Los cien mil estorninos. Todos cayendo por el hueco de la niebla… Murió el dictador. La espichó el tirano. !Allá va el ruin espadón!. Grúas con luces bizcas. Fardos de niebla, Montes de lluvia. Maletas de res humana. Dios observa. El exportador de tristeza. Una aspirina para el castañetera de los dientes. Los colores del arco iris envueltos en papel de estraza.
No faltan los momentos hilarantes.
Caronte: Dime un cosa, ¿Por qué los barcos tienen dos chimeneas si sólo funciona una?.
Rocco: Es por la estética. Per la estetica della nave.
La obra destila un fuerte contenido poético, con múltiples sentencias sobre las que reflexionar, con palabras que flotan en el aire como el humo negro de los cigarrillos, que se pegan a las ajadas paredes como la grasa al corazón de los reos. De nuevo Manuel Rivas, convence.
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ola si estoy ablando con manuel rivas:
olle que sepas que me encantan tus libros aunque no sean de mi edad.tengo 11 años y me encanta tu hijo martiño
rivas lopez.me encantaria conocerte a ti y a tu hijo.conocer a martiño rivas lopez es mi sueño pero yo creo que no se me cumplira jamass.
me da pena de que nunca lo vere en carne y hueso.que lastima.
si estas leyendo esto dile a m
Ola,eu son un excompañeiro de escola de SOL,e queríamos saber que tal lle vai todo.A última vez que falamos foi cando acabamos 1º de E.S.O.Dende aquela non volvemos a saber nada dela.Se a ela lle parece interesante volver a poñerse en contacto cos seus vellos amigos que se comunique atraves do email.
Graciñas e perdoa que este texto non estea relacionado coa súa profesión.
Unha aperta:
Alumnos de vimi