De mis viajes por Italia puedo afirmar que uno de los tesoros con los que cuenta este país son Le Cinque Terre. Pertenecen a la Liguria y son pueblecitos costeros a los cuales solo se puede acceder en el tren que parte desde Levanto. El billete que hace el viaje por le cinque terre ida y vuelta es ecónomico y las vistas espectaculares. El nombre de los pueblos que forman Le cinque terre son: Manarola, Vernazza, Corniglia, Monterosso y Riomaggiore. Fuimos en verano, fechas en que todos los pueblos estaban hasta la bandera de gente, con predominio de los alemanes que ponían sus carnes rojas a la brasa, quemados por el sol.
Llama la atención el alegre colorido de las fachadas de las casas. Las hay de muchos colores: rojos, azules, verdes, amarillos. Las calles son estrechas y empinadas engalanadas con flores. Cuesta creer que en esa postal pictórica pueda vivir gente que lleve a cabo una vida normal. El agua de las playas es de azul intenso y en las escolleras, que es lo que predomina, el fondo marino es un tesoro a descubrir, de ahí que muchos de los allá presentes fuesen equipados con gafas de bucear. Cudillero , el pueblo costero Asturiano se da una aire a estos pueblos, por el colorido de sus fachadas.
Comer spaghetti alle vengole o spaghetti con pesto con el mar al frente, en buena compañía, en un sitio como ese, es un autentico placer . Dimos buena cuenta también de la «focaccia» en un local en Monterosso, en la primera parada que hicimos en el recorrido por le cinque terre. Si tienen la ocasión de visitarlo háganlo. Queda próximo a Genova y es un sitio privilegidado.