No es extraño recurrir a la fórmula del manuscrito encontrado. Menos habitual es que este manuscrito sea nada menos que una Antología poética de la especie humana, ya extinguida. Antología a cuya exégesis procede un tal Ashkät Sheeram, responsable a su vez de la heroica traducción y de las jugosas notas que establecen un diálogo con los poemas, primando unos en detrimento de otros, que no deja de ser un juego, un anzuelo más para el lector dispuesto. Texto antológico denominado Aaphul Pov, encontrado por un explorador cuántico, Plolinio Plop. El autor de los textos, un terrícola llamado W.W. o no, porque los textos dicen ser anónimos. ¿Es entonces W.W. un aedo a lo Homero? ¿muchas voces en una sola? ¿Un Pessoa galáctico capaz él solo de alimentar una red social como twitter disociado en mil pessoas?. Al final de todo este juego de máscaras (¿qué me dicen de la sugerente y enigmática portada?), en la última página de esta antología creo encontrar al responsable de este insondable artefacto poético-narrativo trashumante: Juan Ángel Asensio.
Aaphul ofrece una cronología con la certeza de que todos los poemas parecen la reescritura de un único texto llevado a cabo por diferentes autores en diferentes espacios temporales.
Los poemas (sin título) nos permiten echar un vistazo a las ruinas de la humanidad y la sensación de ingravidez y placidez que la lectura de los mismos deparan es pareja (con varios ectones de por medio) a la de echar un polvo, aquí de estrellas. En los poemas cristalizan todos aquellos temas que nos ocupaban y preocupaban, a saber: la muerte, el misterio, el amor, el ego, el cuerpo, la tierra, el lenguaje, Dios (Padre nuestro (que estás en los cienos: apostilla del reseñador) perdona tus pecados/ si me hiciste así qué culpa guardo yo de abrir la flor deliciosa del asfódelo…Dios quedó atrapado en la infancia del lenguaje)
La poesía busca siempre ser descifrada, apurada y seguirán estos poemas un tiempo orbitando por la mente del lector, alunizando a plomo con todo su sentido (pero/ nacerán hombres nuevos/ mujeres nuevas/ su deber será con la tierra/ su deber será/ dar altura a esta obra incansable/ el motor de nuestra causa es la dignidad:/ ante la ira, el mito/ nuestros muertos no sienten vergüenza. O Haikus como este: techo digital/ medusa ilimitada/ilumíname), o bien convertidos en basura espacial, deambulando por otras galaxias ajenas.
Quedo muy gratamente sorprendido por la estupenda edición a cargo de Ediciones Franz.
Franz Ediciones. 2019. 168 páginas