Toda la cultura europea está impregnada por la Comedia, por las emociones que evoca, por su intensidad y exactitud. Borges recomendaba olvidarse de la erudición y atenerse al relato. Poco importan las querellas entre güelfos y gibelinos, la batalla de Montaperti, las alusiones míticas o escolásticas. La poesía nació de la épica, y la épica es narrativa. De ahí que, si se desconoce el toscano medieval, sea preferible leerla en prosa (en verso castellano resulta agotadora). De este modo es posible seguir el hilo mágico de un relato que destaca por una inteligencia oriental. El proceso iniciático de Dante (el de cualquier hombre) reproduce el cosmogónico, idea recurrente en el vedismo y el neoplatonismo. Realizar las posibilidades del ser así lo exige. «¿No veis que somos larvas para formar la mariposa angélica que a Dios mira de frente?», dice Dante evocando a Ovidio y anticipándose a Kafka. El hombre está destinado a la metamorfosis, y estas son regresivas o evolutivas. Unos se convierten en planta o mineral; otros, como Beatriz, en ángel. El espíritu tiene una vocación ascensional, pero para cumplirla debe aligerarse. Los hombres, nacidos de la carne, no son sino gusanos, pero gusanos que lo divino puede transmutar en ángeles.
Historia de la imaginación (Juan Arnau)