Purificació Mascarell
Cartilla de redención
Alta marea Ediciones
Año de publicación 2021
144 páginas
Cartilla de redención supone el sugerente debut en la ficción narrativa de Purificació Mascarell (Játiva, 1985). Son siete relatos: La córnea, La imperfección, El patio, Una historia inglesa, El alumno, Solo es agua, La visita. Algo más de 120 páginas.
Lo primero que me llama la atención del libro es la dedicatoria: A mis estudiantes, porque saben que todo podría ser de otras maneras.
Quizás porque la enseñanza es el contagio de una pasión.
Quizás porque nos es difícil, no solo a los jóvenes, entender la proteica realidad.
Quizás porque conviene abordar esta realidad desde distintos puntos de vista.
Quizás porque los errores son redimibles o abrigamos la esperanza.
Los relatos, en mayor o menor medida, abordan temas de actualidad, como puede ser una agresión física en un aula en La córnea; los efectos que pueden derivarse de la grabación de un vídeo sexual sin el conocimiento de los implicados, agravada la circunstancia audiovisual por la relación profesora-alumno en El alumno; el dar el visto bueno o no a esa oferta de ser el plan b (amatorio) de alguien en El patio (que deseo tenga más luces que sombras); las secuelas de una violación reciente en Solo es agua; la apropiación de la obra ajena que acaba convirtiéndose en propia y exitosa al tiempo que exige una confesión, un descargo en La imperfección; una presencia funnygamesca que romperá el limbo voluptuoso de una casa apartada cuando aparezca de la nada un quinqui que pondrá todo patas arriba en La visita; o un relato algo diferente al resto dotado de cierto aire misterioso, gótico, victoriano en Una historia inglesa.
Hay cierta exigencia intelectual que se verá correspondida cuando el lector sepa que transita por un paraje conocido, y a su manera reconfortante, cuando aparezcan en el texto referencia a a escritores, poetas, escultores, pintores, compositores: Max Ernst, Josef Hartwig, Otto Dix, Gabriel Fauré, Marisa Röesert, Elizabeth Taylor, Emilia Pardo Bazán, Satie, Lluís Vives, Christine Angot, Conan Doyle, Fiona MacCarthy, Elizabeth Siddal…
La vindicación del feminismo que exige una toma de conciencia sobre una misma:
Recordamos cuando nos dio por jugar a la gūija y estudiamos el tablero en una casa abandonada cerca de las vías del tren adonde nos escabullíamos para dejar que los tíos nos sobaran a su antojo. Ellos, para calentarse; nosotras, para subir nuestra precaria autoestima. No había teoría feminista, ¿la conocen ahora las adolescentes?.
Leyendo el último relato La visita, parece que el intelecto y la sexualidad son rectas paralelas:
Tras años de relaciones intelectuales ya casi había olvidado el deleite de una boca fresca, unos dedos hábiles y un cuerpo presto.
Un alumno me recuerda a la secuencia de Días de vino y rosas cuando ella le dice a él que ojalá todo fuera como antes. Ella se lo dice a sí misma: cuánto quisiera volver para atrás. Y aquí no se trata del regreso a un pasado etílico en común, sino a esa vida muelle burguesa y cómoda que necesita ser espoleada con la infidelidad, para constatar luego que no hacía ninguna falta, para cosificar de paso al otro, y para evidenciar los distintas varas de medir según el sexo del infractor.
En definitiva, en Cartilla de redención, se dan cita temas de actualidad sobre los que la autora proyecta una mirada sagaz.
Y nada mejor para maridar la lectura de estos relatos que acompañarla de fartons y horchata bien fresquita, no granizada (que no solo fortifica las entrañas, sino que es buena también para los vértigos y los aturdimientos de cabeza), en uno de esos lugares con solera que tanto complacen al lector sibarita.