Dos años después de haber comenzado la escritura de los episodios nacionales, en marzo de 1875, Benito Pérez Galdós concluyó su décimo episodio, la batalla de los Arapiles, clausurando así la primera serie centrada en la Guerra de la Independencia.
La batalla de los Arapiles, con dos ejércitos en Liza, el británico y el francés, acontece en las formaciones geográficas conocidas como los Arapiles, el grande y el pequeño. Montañas próximas a Salamanca. Al frente de los británicos Wellington, quien más tarde participaría en la batalla de Waterloo.
Como ya es habitual, Gabriel de Araceli, nuestro protagonista, se verá envuelto en toda suerte de peripecias bélicas. Luchando aquí codo a codo con los ingleses y escoceses contra los imperiales. Incluso logrará hacerse con una bandera francesa que luego le acarreará grandes reconocimientos. Perdiendo el conocimiento y salvando el pellejo (de nuevo) milagrosamente.
Lo que alienta otra vez la narración es el amor, al parecer imposible, entre Gabriel e Inés. Pero quiera que para acabar esta primera serie Galdós decidiera proporcionarles un final feliz a ambos, matrimonio mediante, limando incluso asperezas entre la Condesa y Santorcaz, los mal avenidos progenitores de Inés, que se dan en el perdón mutuo antes de que Santorcaz muera.
Aquí la épica de la batalla no es tal, los ejércitos son brochetas de carne ensartadas, atravesadas por bayonetas, reventadas por un arcabuz, pisoteadas por un caballo. Lo que deja el campo de batalla para el espectador inerme son imágenes dantescas, como tienen ocasión de comprobar Inés y su madre cuando van al inframundo buscando a Gabriel.
Siguieron ellas y Tribaldos y recorrieron el campo de batalla, que la luz del naciente día les permitió ver en todo su horror; vieron los cuerpos tendidos y revueltos, conservando —en sus fisonomías la expresión de rabia y espanto con que les sorprendiera la muerte. Miles de ojos sin brillo y sin luz, como los ojos de las estatuas de mármol, miraban al cielo sin verlo. Las manos se agarrotaban en los fusiles y en las empuñaduras de los sables, como si fueran a alzarse para disparar y acuchillar de nuevo. Los caballos alzaban sus patas tiesas y mostraban los blancos dientes con lúgubre sonrisa. Las dos desconsoladas mujeres vieron todo esto, y examinaron los cuerpos uno a uno; vieron los charcos, las zanjas, los surcos hechos por las ruedas y los hoyos que tantos millares de pies abrieran en el bailoteo de la lucha; vieron las flores del campo machacadas, y las mariposas que alzaban el vuelo con sus alas teñidas de sangre.
La nota alegre y festiva en la narración viene de la mano de una inglesa, a la que llaman miss Fly. Respetada tanto por los ingleses como por los británicos como por los españoles podrá moverse a sus anchas, visitando iglesias, ermitas, haciendo sus bocetos. Quiera la narración que la joven, bella e intrépida viajera inglesa acabe acompañando a Gabriel cuando éste se ofrece a los británicos como espía, para infiltrarse en Salamanca y poder describir desde el interior la situación de la ciudad, bajo el dominio francés. Si en otros episodios como en Gerona, Cádiz, o Zaragoza, lo que se narraba era el asedio que los españoles sufrían por parte de los franceses, aquí la situación es la inversa, al ser los franceses los que toman poder de Salamanca y son los ingleses los que intentan liberarla para la causa española.
Voy a extrañar a Gabriel, después de más de dos meses siguiendo sus divertidísimas andanzas, quien se despide de nosotros los lectores con estas palabras de esperanza.
Si os halláis postergados por la fortuna, si encontráis ante vuestros ojos montañas escarpadas, inaccesibles alturas, y no tenéis escalas ni cuerdas, pero sí manos vigorosas; si os halláis imposibilitados para realizar en el mundo los generosos impulsos del pensamiento y las leyes del corazón, acordaos de Gabriel Araceli, que nació sin nada y lo tuvo todo.
Benito Pérez Galdós
Episodios Nacionales
Primera Serie: La guerra de la Independencia
1- Trafalgar
2- La corte de Carlos IV
3- El 19 de marzo y el 2 de mayo
4- Bailén
5- Napoleón en Chamartín
6- Zaragoza
7- Gerona
8- Cádiz
9- Juan Martín El Empecinado