Vi hace unos pocos días la película La soledad y me pareció maravillosa. Una historia muy natural, fresca, real, dura, conmovedora. Como la vida misma que suele decirse. Los actores parecen que no actuan y que su tragedia es real. Se tocan muchos temas, todos ellos marcados por la soledad y la mala suerte, pero hay que tirar para adelante y no dejarse vencer. Las actrices en especial Almarcha (Adela) y Petra Martínez (la madre) están soberbia. Ayer en los Goya esta película se llevó dos premios importantes, mejor director y mejor película pero me sorprende que si una película es considerada por los de la academia tan buena, no hayan nominado a sus actrices, las cuales atesoran méritos de sobra para haberse llevado el de mejor actriz principal y de reparto. Si la ven quizá les resulte tediosa o aburrida, pero a mí me puso el corazón en un puño y éste en la garganta, desde el comienzo, con una emoción contenida que hace difícil tragar la saliva. Es esta clase de películas las que al verlas te reconfortan, porque más allá de que el cine sea la fábrica de sueños o una puerta para evadirse de la realidad, a veces hay que poner los pies en el suelo y afianzar nuestra soledad, en la que desgraciadamente no estamos solos. Que la academia haya sabido apreciar las virtudes de esta sencilla película más allá de las melifluas El orfanato, Rec o las tradicionales Las trece rosas es de agradecer. Otra película que me ha parecido buena es Bajo las estrellas, si bien no creo que el papel de Enma Suárez sea merecedor de una nominación. Alberto San Juan sin embargo está sembrado.
Archivo de la categoría: Cine
Zona libre película de Amos Gitai
Hay películas que hacen de la metáfora su vehículo de expresión. En Zona libre, Amos Gitai, nos habla de la violencia, sin personalizarla. Es algo que está ahí presente, tanto en la zona judía como en la parte árabe. Gente a la que le cuesta ponerse de acuerdo, separados por la lengua y por la religión. El testigo de todo esto es una chica judía que quiere dejarlo todo atrás.
No sabemos qué le ha sucedido, ni porque razón llora desconsoladamente dentro de un vehículo. La película comienza reparando la cámara en su rostro lloroso durante casi diez minutos. Luego el vehículo arranca y Rebecca, junto a Hanna, la cual ha de ir a cobrar una deuda, dejan Israel para llegar hasta Jordania, donde vive El Americano el cual debe pagarles el dinero que les debe. La charla de Rebecca con el americano es esclarecedora. La gente está curtida en la derrota, está acostumbrada a partir de cero, a caerse y levantarse.
A menudo el enemigo se conoce de sobras, otras es el vecino encolerizado y envidiosos de nuestra buena fortuna. Se agradece el empeño de Gitai, pero la película resulta un tanto anodina. No hay mucho diálogos, pero la cara desolada de Rebecca, su visión a través del cristal, su paso de un país a otro, fronteras, trozos de tierra que lo cambian absolutamente todo, es algo sobre lo que reflexionar.
Death Proof Tarantino derrapa y colisiona
Esta película me parece un cachondeo, una excentricidad. Tarantino es de esos pocos directores que puede hacer la película que quiere, porque además tendrá una legión de seguidores dispuesto a ir a verla. A mí Tarantino me carga. Reconozco que tanto Reservoir Dogs como Pulp Fiction, las dos partes de Kill Bill tiene momentos brillantes, pero cualquier de esas que he citado le da sopas con ondas a Death Proof. Se puede entender como una película humorísitica porque si te tomas en serio la película acabarás colgado del Trankimazin. Un especialista, llamado Mike, es un psicópata que disfruta matando personas, por lo que parece mujeres.
Así que cuando en su camino se cruza alguna ya se le ponen los dientes largos pensando como asesinarlas. Los hombres no pintan nada porque esta es una películas de mujeres, de esas valerosas e intrépidas que juran mucho y mueven la cabeza al hablar, como si estuvieran rapeando. Tarantino contrata para su película chicas conocidas de sobra, como Rosario Dawson, Maria Elizabeth Winstead y otras que nos suenan de series como Caso abierto (Tracie Thoms) o CSI(Vanessa Ferlito). Tiene sus momentos estelares como la escena en la que Pam, hace Pum al caer en las manos del especialista y disfrutar de su conducción.
Lo que más me ha sorprendido es que no pasa nada de nada. Todo se desarrolla en un par de lugares, donde las mujeres hablan y hablan. La persecución final le da algo de vidilla al asunto pero para entonces es posible que se esté echando una siesta repadora.
Wolf Creek cine de terror australiano
Leí la crítica en el fotogramas y me dije que tenía que verla. La primera media hora es pasable, sin nada reseñable. Un chico y dos chicas se van al parque natural de Wolf Creek a pasar unos días y aquello parece donde Cristo dio las tres voces, porque salvo el susodicho no hay ni Dios. Los relojes no funcionan y el motor del vehículo tampoco así que un lugareño se ofrece a ayudarles. Sabemos que en las pelis de terror, gore o no, ayudar a menudo consiste en desmembrar, decapitar, desgarrar o directamente matar. El joven es cagado a Dani Martín el «actor» de Sinfín, de la serie «Cuenta atrás» y cantante del grupo El canto de loco, digo esto por si alguien está interesado en los parecidos razonables.
Han por tanto de tratar de salvar sus vidas y poder contarlo. Ya en su inicio en los títulos de crédito dicen los miles de personas que desaparecen cada año. La película parece estar basada en un hecho real, pero no se pudo confirmar la historia de los supervivientes. Wolf Creek asusta y entretiene a partes iguales, y es una muestra de que otros países, no solo los Estados Unidos son capaces de ofrecer buenas películas de suspense o terror. Con otras películas como Haute Tension o Las Colinas tienen ojos la considero una de las tres mejores películas de terror que llevo vistas estos últimos tres años.