Archivo de la categoría: comic

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15 (David Muñoz y Andrés G. Leiva)

Estamos en Madrid, en el verano de 1938. El tiempo también está desquiciado y el calor pegajoso da paso a trombas de agua. La ciudad resiste en manos de los republicanos, que muy optimistas piensan entonces que Madrid será la tumba del fascismo, que no pasarán, sin embargo, las tropas franquistas tomarán la ciudad unos pocos meses más tarde: en marzo del 39.

En este contexto la cruda historia (basada en hechos reales, en el barrio de Chamberí) que se nos cuenta aquí es la de un crío de quince años, que queriendo vengar la muerte de su hermano falangista, asesinado por los milicianos, la emprende a tiros con los milicianos que pasan por la calle, haciendo gala de su buena puntería y matando a varios de ellos.

Obviamente los milicianos no van a quedarse de brazos cruzados. Todos saben que el joven saldrá de su guarida con los pies por delante. Algo de cordura parece querer aportar Matías, el mando de más rango, sin quererse contagiar por el ánimo vengativo y belicoso de su compañero Severo, aunque tiene motivos, pues su hijo, tendría también quince años si no hubiera sido asesinado por los nacionales.

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El cerco se estrecha y el desenlace (el guion de David Muñoz es muy contundente y combina muy bien con los dibujos en blanco y negro que muestran a las claras un Madrid devastado física y moralmente) me lleva a pensar en una película que he visto recientemente, Nº 24, porque cuando se entra en esa vorágine de violencia, en la necesidad de impartir justicia, ya solo hay blanco o negro, vida o muerte, morir o matar, aunque como en este caso, no sea necesaria y sí evitable. Porque si la vida ya te empuja con un aullido interminable. La muerte, ni te cuento.

15
David Muñoz y Andrés G. Leiva
Astiberri
2021
130 páginas

El cielo en la cabeza

El cielo en la cabeza (Antonio Altarriba, Sergio García, Lola Moral)

La historia que aquí se nos cuenta es la de Nivek, un joven congoleño que trabaja en una mina extractiva de coltán, bajo un régimen infernal, donde supone un milagro llegar al día siguiente, y donde muchos van quedándose en el camino.

Nivek sobrevive, planta cara a los hombres que los esclavizan y pasará a trabajar con ellos. Será un niño soldado, un Kadogo más, que tendrá que hacer lo que sus superiores le pidan. Jefes sedientos de sangre, violencia y dinero, que llegarán a acuerdos con los dictadores locales y gobiernos extranjeros como el Chino, para sacar fuera todas las riquezas minerales del país, ya sea coltán, tungsteno, litio, uranio o cobalto. Nivek es obligado a romper los lazos familiares. Debe matar a todos sus seres queridos, y si no es suficiente con esto, ha de comer los pechos crudos de su madre. Algo que le atormentará los años venideros.

El cielo en la cabeza

Como condición impuesta por Nivel para ser un Kadogo, sus jefes han de permitir que Joseph se una al grupo (y de paso a salvarle la vida). Trabajará como cocinero. En la barbarie diaria a la que Nivek se verá inmerso, barbarie que llegará a a disfrutar, su buen amigo Joseph le aportará la titilante luz de la amistad y humanidad. Nivek y Joseph logran escapar, hasta llegar al hospital en el que trabaja el Doctor Mukwege, donde trata de arreglar los maltrechos cuerpos fruto de las violaciones, tanto de mujeres como de hombres. Allí Nivek dará voz a sus historias, a su pasado violento, un pasado reciente pues todavía sigue siendo un niño. Junto a Joseph cruzarán la selva, conocerán otros lugares, tribus y tradiciones. Y poco antes de dejar la selva, a Joseph lo morderá una serpiente y morirá. Pero las aventuras se seguirán sucediendo.

El cielo en la cabeza

Al perder la compañía de Joseph, Nivek alcanza la sabana y conoce al Gran Delwa, el hechicero más poderoso al oeste de lago Chad. Al lado del Gran Delwa llevarán a cabo la misión de salvar la vida del Rey Zafoa III. Las muerte de Gran Delwa, descansando bajo la sombra de un gran árbol, apoyado en la corteza, obligará a Nivek a moverse. Su objetivo es llegar a España.

Al dejar la sabana llega el desierto. Nivek es un tipo listo que sabe sobrevivir y hacer frente a las altas temperaturas, durmiendo bajo la arena y respirando a través de unas finas cañas. En su periplo conoce a una expedición de migrantes. Una mujer se decide a ayudarlo, a compartir la escasa agua y comida y de esa manera resucitarlo, pues cuando lo encuentran, Nivek yace sobre la arena en un estado calamitoso.

La propia dinámica de las mafias locales hace que el viaje de Nivek se interrumpa y acabe en Libia. Sus dotes como guerrero y experimentado luchador, le permitirán ganar múltiples batallas a muerte contra otros rivales, y fugarse con el dinero suficiente como para pagar el pasaje y cruzar el Mediterráneo.

El cielo en la cabeza

La tragedia de nuevo se ceba con las personas a las que Nivek quiere, y de carambola se ven obligados a recalar en Valencia. Nivek salta de la embarcación antes de llegar a destino y puede ganarse un dinero vendiendo bolsos de imitación en la calle, hasta que la mala suerte se cruza otra vez en su camino y un encontronazo con un policía, a vida y muerte, lo pone a la sombra.

Vemos pues una historia cíclica, en donde da igual dónde se halle Nivek porque siempre sucede algo que lo echa todo a perder. La historia de Nivek es la suma de muchas otras historias de otros muchos migrantes que escapan de situaciones horribles en sus países de origen y que si logran cruzar el Mediterráneo, tampoco lo tienen nada fácil en los lugares de destino.

El guion de Antonio Altarriba explicita muy bien la aciaga vida de Nivek, pródiga en aventuras y desventuras, donde conoce gente buena y mala, personas que quieren matarlo y aprovecharse de él y otros dispuestos a ayudarle a cualquier precio. Una vida, la de Nivek, muy cundida, tanto en el tiempo como en el espacio. Los dibujos de Sergio García son poderosísimos, bellos, sobrecogedores, en algunos momentos. Los estilizados cuerpos, la expresión de los ojos, su mucha expresividad, despliegan todo su esplendor gracias al tamaño de libro y son el complemento perfecto a los textos. Y Lola Moral aporta el color preciso en cada situación y esto se ve bien a medida que Nivek deja las minas, pasa a la selva, la sabana, el desierto o el Mediterráneo.

El cielo en la cabeza
Antonio Altarriba, Sergio García, Lola Moral
Norma Editorial
2023
144 páginas

lagrieta

La grieta (Carlos Spottorno & Guillermo Abril)

La idea de que vivimos en el mejor mundo posible puede resultar lenitiva para espíritus emolientes. La realidad parece ser otra. Este cómic se titula La grieta, pero son las grietas, las fisuras, los movimientos, no tectónicos, sino humanos que van provocando tensiones y conflictos, derivados de guerras, hambrunas, genocidios, en todo el orbe.

La grieta

Europa va sellando sus fronteras entre los países miembros, poniendo en solfa muchas veces el espacio Schengen, según el cual, más de 400 millones de personas pueden viajar libremente entre los países miembros sin pasar controles fronterizos. No vemos que sea lo que suceda. Carlos Spottorno, cámara en ristre y Guillermo Abril, bolígrafo en mano, se trasladan a Melilla, se entrevistan con subsaharianos del Gurugú, luego van a Europa, a Polonia, a los Balcanes a ciudades que no sabríamos situar en los mapas, próximos al polo Norte. Fronteras que impiden la circulación de miles de personas que vagan como fantasmas, de territorio en territorio, huyendo de la miseria o la guerra y sin encontrar en un destino siempre incierto la promesa de un futuro. Ese limbo, el círculo infernal en el que se mueven tantos migrantes quedan registrados dramáticamente en las fotografías y textos de Carlos y Guillermo, en una concienzuda labor de documentación de estos hechos reales, que evidencia muy bien el desamparo, la desesperación y la vulnerabilidad en la que viven y mueren hoy tantísimas personas.

La grieta

La naturaleza humana tan frágil tiene aquí la consistencia de una hoja en la tormenta. Vidas que se pierden en el mar, en los caminos, en una diáspora sobrecogedora.

Aunque el libro tiene ya algunos años (2016) no pierde vigencia. Vemos cómo Trump puede volver a ganar las elecciones. Se afianza el asentimiento de Putin en el poder, el mantenimiento de las guerras de Siria y Ucrania; Reino Unido sigue fuera del Brexit. El rampante auge de la ultraderecha en Francia y el reforzamiento de los nacionalismos más radicales en otros tantos países. Son grietas por doquier, motivo de conflicto y tensión, y no pinta nada bien la cosa, por eso, libros como La grieta conviene tenerlos siempre a mano para no poder la perspectiva y no dejarnos engatusar por los cantos de sirena leibnizianos.

La grieta

Y al hilo de esto recomiendo una película que también aborda el tema de los refugiados. Éxodo. Y el relato:

Muerte en reversa

Muere. Asfixiado. Sin oxígeno. Corazón órgano inútil. Aplastado antes sobre la valla. En el puesto fronterizo de Nador. España al otro lado, estirando el brazo. No ha dejado de intentarlo. La tenacidad la aprendió de su madre. Un intento fallido tras otro. Como una pelota de frontenis rebota hacia el interior una docena de ocasiones: Beni Melal, Chichaoua, El Kela des Sraghna… Marruecos es un muro. No puede esperar en Oujda la posible concesión del asilo. Ahora está en Argelia, en Maghnia. No conocerá el amor. Sueña con fronteras porosas. Ha perdido la cuenta de las veces que lo han desvalijado. Duerme bajo un puente. Trabaja en lo que sea. Un pensamiento: sobrevivir. Obtiene una miseria por doce horas de trabajo diario como peón. Otra vez a un centro de internamiento en Libia. Cuando ya ve el final unos brazos lo suben a una embarcación. Caen de la barca neumática. Surca el mediterráneo. Deja tierra firme. Anhela vivir en paz. Tener una vida. Camina hacia Libia. El mapamundi es una abstracción. Ampollas en los pies, la fatiga, el hambre acumulada, el cansancio infinito. El sudor ajeno es el oro negro del capitalismo. Deja el campo para trabajar en una mina clandestina de sol a sol en el norte del Chad. La adolescencia transcurre en Darfur. Tiempo baldío en un campo de refugiados. La vida es un futuro informe. El primer recuerdo es en Sudán corriendo por caminos polvorientos. En al aire el sonido de disparos. No recuerda su infancia. Dos cachetadas en las nalgas. Nace.

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Lamia (Rayco Pulido)

La historia nos sitúa en Barcelona, en 1943. La protagonista es Laia. Trabaja en una emisora de radio, en un consultorio, donde dan respuesta a las misivas que les plantean las oyentes. Laia está embarazada y está esperando a que su marido llegue a la ciudad condal, procedente de Asturias, en donde está liquidando un tema de herencias.

Laia

Esto es lo aparente, la versión oficial, porque la historia tiene un trasfondo mucho más oculto y macabro. Laia contactará con un investigador e hipnotista a fin de localizar a su marido. Mientras la policía irá investigando la muerte de distintos hombres, buscando qué nexo común hay entre todos ellos.

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A medida que avanzamos en la lectura la historia se vuelve cada vez más negra. Y entenderemos quién causa las muertes y por qué. Se evidencia la situación de muchas mujeres en la década de los 40, los maltratos recibidos, el ninguneo sistemático, las celdas de máxima seguridad que suponía el matrimonio, la convivencia de la iglesia con los maltratadores, la presencia del garrote vil, etcétera.

Los dibujos en blanco y negro apuntalan la trágica historia, tan violenta como visceral. Asimismo el aspecto geométrico de muchas de sus viñetas le dan un cariz analítico, matemático, a la violencia.

La lectura de Lamia ha sido un feliz descubrimiento.

Lamia
Rayco Pulido
Astiberri Ediciones
2016
88 paginas