Tú me has matado supuso el debut de David Sánchez.
Las personas que pululan por estas páginas están más allá de cualquier código ético, por tanto menudea la violencia, de la mano de sheriffs corruptos, a quienes les importa un bledo aquello de servir y proteger, ya que lo que les interesa es servirse y saciar toda clase de apetitos y proteger sus bolsillos, sin que les duelan prendas por sus comportamientos xenófobos.
En este medio oeste americano, que parece dejado de la mano de Dios, sin embargo, está muy presente en los folletos de las congregaciones religiosas que tratan de ganar adeptos a su causa.
La corrupción moral lleva a la pedofilia, a la violencia contra las prostitutas, a disparar a un compañero si es necesario. David logra un buen equilibrio entre las imágenes y los textos. Las referencias que David maneja son evidentes si hemos visto las películas de Lynch.
La circularidad en la historia ofrece un final inesperado para esta perturbadora y sobrenatural historia.