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Juan Eduardo Zuñiga 2010 Galaxia Gutenberg relatos

Brillan monedas oxidadas (Juan Eduardo Zuñiga 2010)

Juan Eduardo Zuñiga
Galaxia Gutenberg
146 páginas
2010

Antes de aventurarme con La trilogía de la guerra Civil de Juan Eduardo Zuñiga, quería medirlo en la distancia corta del relato. Quince de ellos forman parte del libro Brillan monedas oxidadas.

La temática de los mismos es variopinta, si bien casi todos están anclados en el pasado, más o menos reciente. Lo que no encontramos en ningún momento son triunfadores, tampoco gente con suerte.

En el primero de ellos. El festín y la lluvia, un grupo de gente está reunido en un albergue mientras el río que los circunda crece con la sempiterna lluvia, mientras una chica joven quiere ser abrazada y mojada por la lluvia mientras el resto decide quedarse quietos, anclados física y mentalmente en su conservadurismo.

En Jazz Sesion, la música permite traer el pasado esclavista entre el ruido de los metales.

En Agonía bajo manto de oro, un joven descubre a través de una rendija en la madera del cuarto que tiene alquilado, como una anciana recibe regalos a cual más exquisito, si bien, su sed, no se calma, ni se sacia. No sabemos si aquello es real o fantasía. El joven a pesar de todo cae de una pieza sobre el catre, tras esa visión/alucinación.

En Has de cruzar la ciudad, una chica reparte pizzas a domicilio, por la noche, infestada ésta de peligros, reales o imaginarios, y de la mano de leyendas del pasado decide dejar que el céfiro lama su cuerpo mientras se cree Lady Godiva, a lomos de su motocicleta.

En La mujer del chalán, el protagonista de la historia, un tal Solano se enamora de una morisca y aquello no puede salir bien, porque parece que hay una ley física que impide la felicidad del hombre por todos los medios físicos o divinos.

En El campanero de San Sebastián, un pobre hombre decide deambular por el camino perdido, una vez deje el campanario, mientras en su cabeza repican el acoso del párroco y las canciones de una gitana. Todo resulta muy simbólico y angustiante.

En Conjuro de marzo, de nuevo está presente el mal fario, la mala suerte de un hombre, otro perdedor, a quien no le pagan por su trabajo y acaba ajusticiado.

En El molino de Santa Bárbara nos damos de bruces ante un amor que se torna de nuevo imposible, cuajado e imposibilitado por los celos, el amor libre y ajeno, desenfadado.

En Interminable noche de los miedos. la cosa va de eso, del miedo y de la desazón que sufren unos conversos que no quieren desvelar su identidad, sabedores de la suerte que correrían, al recibir la visita de una morisca, que los ha calado. Relato muy intenso.

En No llegará el sobrino de Praga, el sobrino es Kafka, que iba a ir a Madrid, pero muere de tuberculosis antes mientas su tío las pasa canutas hasta que se entera de tal fatal desenlace.

En Lejano amor soñado, constatamos brutalmente la imposibilidad de principiar una relación, con una poetista que decide dejar el libro de su vida inconcluso por decisión propia.

En El bastón de Lula Luzán vemos a una joven bacante manejando con soltura un bastón, que será la perdición de un Don Juan, celoso y encorajinado, tras ser puesto en evidencia por el sexo débil, para acabar sus días, picado como un toro en el flanco derecho, mordiendo el polvo de la nada en el albero-sanatario.

En París, última decisión, un poeta portugués, amigo de Pessoa, Mário de Sá-Carneiro decide quitarse la vida en un hotel de París, con 26 años, al verse solo sobre la faz de la tierra, desgarrado, sintiéndose como un paria, al no poder retener a su lado, a su gran amor.

Juan Eduardo Zuñiga
(El rostro de la sabiduría)

Juan Eduardo Zuñiga, se maneja hábilmente en los diálogos, necesita muy poco para montar una historia consistente, utiliza un lenguaje rico, sus personajes resultan próximos, pues son todos ellos perdedores, gente sin suerte, personas que deciden suicidarse, quienes no encuentran consuelo, amor o afecto, en las faldas ajenas, ni si quiera en las de la literatura, y todas las historias están impregnadas de pesimismo, de mal fario, de un hálito trágico, lo cual al lector puede llegar a apesadumbrar.

A pesar de que Juan Eduardo escriba como los ángeles que escriben bien, sus relatos no traspasan la epidermis (la mía) y se quedan ahí flotando, como las nubes negras: amenazantes, turbias, y pasajeras.

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Lecturas 2013

Hoy, 31 de diciembre, es momento de hacer balance de las lecturas del 2013 (algunos libros leídos no se han publicado este año sino en años anteriores).

De los 94 libros que leído los que más me han gustado son:

Recomendaciones de El alquimista del tedio.

– Victus (Alberto Sánchez Piñol)
– Matate amor (Ariana Harwicz)
– Naturaleza infiel (Cristina Grande)
– Absolución (Luis Landero)
– Será mañana (Federico Guzmán Rubio)
– El niño que robó el caballo de Atila (Iván Repila)
– Daniela Astor y la caja negra (Marta Sanz)
– Intemperie (Jesús Carrasco)
– 2020 (Javier Moreno)
– Señales que precederán al fin del mundo (Yuri Herrera)
– Trabajos del fin del reino (Yuri Herrera)
– El plantador de tabaco (John Barth)
– Técnicas de iluminación (Eloy Tizón)
– Caminando sobre las aguas (Ignacio del Valle)
– Los ingenuos (Manuel Longares)
– El cordero carnívoro (Agustín Gómez Arcos)
– Divorcio en el aire (Gonzalo Torné)
– Peaje (Julio de la Rosa)
– Una lección de anatomía (Marta Sanz)
– La escala de los mapas (Belén Gopegui)
– En la orilla (Rafael Chirbes)
– El alcohol y la nostalgia (Mathias Enard)
– El afinador de habitaciones (Celso Castro)
– El color de la leche (Nell Leyshon)
– La sed de sal (Gonzalo Hidalgo Bayal)

Lecturas 2013

1. Antigua Luz (John Banville 2012)
2. El centro del frío (Salvador Galán Moreu 2011)
3. Victus (Alberto Sánchez Piñol 2012)
4. La lluvia antes de caer (Jonathan Coe 2009)
5. Las crudas (Esther García Llovet 2009)
6. Matate amor (Ariana Harwicz 2012)
7. Naturaleza infiel (Cristina Grande 2008)
8. Una vida sin ayer (Edoardo Nesi 2012)
9. La ciudad feliz (Elvira Navarro 2009)
10. Sobre la felicidad a ultranza (Ugo Cornia 1999)
11. Absolución (Luis Landero 2012)
12. Un centímetro de mar (Ignacio Ferrando 2011)
13. El origen del mundo (Pierre Michon 1996)
14. La mano invisible (Isaac Rosa 2011)
15. Una extraña historia al este del río (Nagai Kafu)
16. El hombre del salto (Don DeLillo 2007)
17. La conquista del aire (Belén Gopegui 1998)
18. El alcohol y la nostalgia (Mathias Énard 2012)
19. El secreto del orfebre (Elia Barceló 2003)
20. El viaje de Urien (André Gide 1893)
21. La patria de todos los vascos (Iban Zaldua 2008)
22. La escala de los mapas (Belén Gopegui 1993)
23. Será mañana (Federico Guzmán Rubio 2012)
24. Click (Javier Moreno 2008)
25. Los andantes (Federico Guzmán Rubio 2010)
26. La mujer de Strasser (Héctor Tizón 2012)
27. Buda en el ático (Julie Otsuka 2011)
28. Diario de una caída (Michel Laub 2013)
29. Los fantasmas (César Aira 1990)
30. La ciudad y los cerdos (Miguel Espigado 2013)
31. El país imaginado (Eduardo Berti 2012)
32. Intemperie (Jesús Carrasco 2013)
33. Paseos con mi madre (Javier Pérez Andujar 2011)
34. 2020 (Javier Moreno 2013 Lengua de Trapo)
35. El niño que robó el caballo de Atila (Iván Repila 2013)
36. Peaje (Julio de la Rosa 2013)
37. Acantilados de Howth (David Pérez Vega 2010)
38. La máquina de languidecer (Ángel Olgoso 2009)
39. En la orilla (Rafael Chirbes 2013)
40. La transmigración de los cuerpos (Yuri Herrera 2013)
41. Tejidos y novedades (Cristina Grande 2011)
42. El libro de las maravillas (Fernando Clemot 2011)
43. Islas flotantes (Joyce Mansour 2012)
44. Los soldados (Pablo Aranda 2013)
45. Mala suerte (Juan Aparicio-Belmonte 2003)
46. Perú (Gordon Lish 2009)
47. Ben Lerner (Saliendo de la estación de Atocha 2013)
48. Mi madre es un pez. V.V.A.A
49. Alma (Javier Moreno 2011)
50. Plegarias nocturnas (Santiago Gamboa 2012)
51. Señales que precederán al fin del mundo (Yuri Herrera 2009)
52. Constatación brutal del presente (Javier Avilés 2011)
53. Las ilusiones (Jonás Trueba 2013)
54. Trabajos del reino (Yuri Herrera 2004)
55. La broma infinita (David Foster Wallece 2002)
56. El pájaro de hueso (María Carmán 2013)
57. La estación perdida (Use Lahoz 2011)
58. La lección de anatomía (Marta Sanz 2008)
59. El cordero carnívoro (Agustín Gómez Arcos)
60. Donde dejé mi alma (Jêrome Ferrari 2013)
61. El asco (Horacio Castellanos Moya 2007)
62. El afinador de habitaciones (Celso Castro 2010)
63. La luz en la casa de los demás (Chiara Gamberale 2012)
64. El cuerpo humano (Paolo Giordano 2013)
65. El guardián invisible (Dolores Redondo 2013)
66. Phantom (Jo Nesbo 2012)
67. Astillas (Celso Castro 2011)
68. The leopard (Jo Nesbo 2009)
69. The snowman (Jo Nesbo 2007)
69. La herida de abril (Vincenzo Consolo 2013)
70. Caminando sobre las aguas (Ignacio del Valle)
71. Los ingenuos (Manuel Longares 2013)
72. El último lapón (OLivier Truc 2013)
73. Amantes en el tiempo de la infamia (Diego Doncel 2013)
74. Daniel Astor y la caja negra (Marta Sanz 2013)
75. Hitler 1938 (Giles Mcdonogh 2008)
76. El manuscrito de piedra (Luis García Jambrina 2007)
77. La misma ciudad (Luisgé Martín 2013)
78. Divorcio en el aire (Gonzalo Torné 2013)
79. Leche (Marina Perezagua 2013)
80. El fogonero (Franz Kafka 2013)
81. Lo inhóspito (Gonzalo Torné 2007)
82. Una manada de ñus (Juan Bonilla 2013)
83. Técnicas de iuminación (Eloy Tizón 2013)
84. Hombre lento (J. Coetzee 2005)
85. Legado en los huesos (Dolores Redondo 2013)
86. Solo si te mueves (Aloma Rodríguez 2013)
87. La visita (Mariana Graciano 2013)
88. El plantador de tabaco (John Barth 2013)
89. El color de la leche (Nell Leyshon)
90. Lo que yo llamo olvido (Laurent Mauvignier 2013)
91. Tres veces al amanecer (Alessandro Baricco 2013)
92.- El viejo rey en el exilio (Arno Geiger 2013)
93. La sed de sal (Gonzalo Hidalgo Bayal 2013)
94. Yo y Kaminski (Daniel Kehlmann 2005)

Los ingenuos (Manuel Longares 2013)

Manuel Longares Los ingenuos
Manuel Longares
Galaxia Guntenberg
231 páginas
2013

No había leído hasta el momento nada del escritor madrileño Manuel Longares, y ahora tengo claro que anhelo leer su libro de relatos Las cuatro esquinas, editado también por Galaxia Gutenberg.

Y esto es así, porque cuando se disfruta leyendo a un escritor parece inevitable querer seguir recorriendo su obra. Los ingenuos, la novela de Manuel Longares transcurre en la ciudad de Madrid, en unas pocas calles que van desde La Puerta de Sol hasta la Gran Vía, por Montera. En una de esas calles próximas a la Gran Vía pero sin la exuberancia de esta, en la calle Infantas, es donde se asientan los personajes de esta obra. La historia se divide en tres actos: finales de los años cuarenta, mediados de los sesenta y los días previos a la muerte de Franco, allá por noviembre de 1975.

Tenemos a una familia normal y corriente formada por Gregorio, su mujer Modesta, y sus hijos Goyo y Modes, llevando todos ellos unas existencias vulgares y frugales, en un país que vive bajo el yugo de la dictadura, y que sufre los efectos de la posguerra, hasta que Gregorio cree que en el cine encontrará la alfombra roja con la que dejar su vida gris, hasta que constata que la magia del cine a veces se convierte en magia negra, capaz de desbaratar cualquier proyecto o ilusión.

Gregorio tras el varapalo sufrido como guionista, sin película, dejará su jornal invirtiendo en los lupanares del barrio, mientras su mujer se encargará de la portería, en la cual viven, al tiempo que su hija Modes se enamorará de Cárdenas, un galán parlanchín, que sembrará el infortunio, bajo la piel de un amor no correspondido en el vientre de la ingenua Modes. Goyo mientras tanto, buscará empleo en una papelería, mientras se deja seducir por una amiga de su hermana, toda vez, que ve que entiende que los amores internacionales no son lo suyo.

Longares, hace un ejercicio de concisión, para comprimir tres décadas de la historia reciente de España en apenas 231 páginas, y lo hace con una prosa elegante, un vocabulario rico y florido, unos párrafos que son cíclicos porque una vez leídos, apetece volver sobre ellos, seguir exprimiéndolos como ubres, y relamarse con lo leído, ante una forma de narrar, la de Longares, que a mí al menos me ha fascinado, donde tan atractivo resulta lo que se cuenta, como el cómo se cuenta, y si en un principio, ciertos subrayados, no me han gustado, dado que aquello parece un ejercicio de historia, donde el escritor, nos quiere contar como eran las cosas antes, luego, eso queda en un segundo plano, y a medida que el marco deja de ser importante, tanto que los años cuarenta, cincuenta y sesenta se confunden, como si el tiempo fuera entonces un todo indivisible, es cuando surge la víscera y la fibra de la historia, donde se nos muestra el arrumbamiento del fracaso, la constatación de un amor imposible, la desdicha conyugal, los efectos derivados de los posicionamientos políticos, un puñado de vidas monocromas que se nos cuentan con tal desparpajo y chispa, que Longares hace de lo anodino, con su manera de mirar, con su manera de escribir, una novela que vale, y mucho, la pena leer.