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Diario-de-1926

Diario de 1926 (Robert Walser)

Un año antes de ingresar en un sanatorio mental Robert Walser pasa a limpio este borrador, que no verá publicado en vida. La Uña Rota lo recupera con traducción de Juan de Sola Llovet (ganador del XXI Premio de Traducción Ángel Crespo). El diario de 1926, es una novela breve en la que Walser irá hablando de una cosa y de la otra, sin orden ni concierto, pero dejando caer algunos interesantes pensamientos como estos:

…aunque no bien nos encontramos en sociedad o nos dedicamos a la cultura, todos somos vanidosos sin excepción, pues la cultura misma, qué duda cabe, no es más que la encarnación de la vanidad, y debe serlo, y quien renuncia por completo a ser vanidoso, o bien está perdido, o bien se ha abandonado.

Creo que para completar lo que es real es necesario persuadirse o imaginarse de vez en cuando alguna cosa; en otras palabras, nuestras fantasías son tan reales corno lo son nuestras otras realidades. El sentimiento no es menos real que el intelecto.

La novela está impresa con el sello de la indefinición y viene a ser como una charla con un amigo, donde se irá saltando de una cosa a la otra, sin concretar nada en realidad, ensimismado Walser en unos cuántos circunloquios, en los que emplea ese yo al que tanto apela, para ocultarse, como si este texto fuese también un artefacto micrográmico inexpugnable en el que la mejor forma de ocultarse fuese la autoficción.

Robert Walser (1878-1956), aquel escritor, aquel poeta que como recogía en su título el libro de Jaime Fernández, prefería ser nadie.

…por atreverme a ser poeta, pues ser poeta significa nada más y nada menos que ser el mueble más inútil e inservible que uno pueda imaginar.

La Uña Rota. 2012. Traducción de Juan de Sola. 80 páginas.

Robert Walser en Devaneos

El paseo
Jakob von Gunten

Cuando Kafka hacía furor

Cuando Kafka hacía furor (Anatole Broyard 2015)

Anatole Broyard
Editorial La Uña Rota
211 páginas
Traducción de Catalina Martínez Muñoz

Cuando Anatole Broyard cayó enfermo en 1988 aparcó estas memorias que ya nunca retomaría. Queda así inconcluso este libro, pero a cambio tenemos Ebrio de enfermedad (editado también por La Uña Rota) testimonio subyugante sobre lo que implica ser borrado del mapa por una enfermedad.

En este breve texto inconcluso Broyard divide estas memorias en dos partes. Sheri y después de Sheri. Sheri es la mujer con la que Anatole comparte un período de su vida, estar con ella es como trabajar a jornada completa. Entregarse a una causa, extenuante, del que Broyard cuando finalmente la deja, se libera, se siente al mismo tiempo desempleado y vacío.
Broyard ha vuelto de la guerra y encuentra en el barrio neoyorquino de Greenwich Village, un mundo en ebullición, un mundo por hacer, allá por 1946

«una guerra es como una enfermedad y cuando pasa, el enfermo, piensa que nunca se ha sentido mejor»

Broyard plasma ese sentimiento de euforia, de energía desbordante, de apogeo. Broyard ya escribía entonces e incluso le publicaban algunos artículos en revistas, y se codeaba con escritores que eran o serían famosos, tiempos en el que todos los escritores o quienes soñaban o creían serlo salían a la calle con sus cuadernos y sus lapiceros afilados, donde apuntar lo que las musas tuvieran a bien ofrecerles en el día a día.

Broyard toma clases en la New School, maravillado ante las clases magistrales de figuras como Meyer Shapiro, para quien el arte era la verdad de la vida, y la vida en sí. Un tiempo en el que la cultura era algo sagrado, el arte moderno una religión.

La parte del libro que me resulta más amena, además de la anécdota de Broyard con Carmen, es lo referido a la educación sexual de mediados de los cuarenta, donde el aborto no era legal, ni existía la píldora, donde mostrar un pezón era un delito, donde las mujeres al desnudarse se sorprendían de verse sus propios pechos.
Dice Broyard que lo único que era capaz de quitar de la cabeza de los hombres el sexo era la literatura. Esto lo dice Broyard, para quien todo lo que le sucedía era transformado en literatura. Para el resto de los mortales, el sexo (antes y ahora) seguía siendo lo único.
Años, los cuarenta, en los que según Broyard, existía el cortejo, la seducción, la espera, el esfuerzo de la conquista, y donde la mujer tenía un rol expectante, pasivo, sumiso.

«Las chicas habían sido educadas para escuchar. Esperaban a que la historia les diera permiso para expresarse. Su vida era una continua espera: a que los hombres las invitaran a salir, a tener un orgasmo, a casarse o a que las dejaran. Su silencio era otra forma de virginidad».

Acaba el libro con un retrato de los hipster. Donde advierto a los curiosos de que no se dice nada de las barbas. Unos hipster que eran transgresores, desubicados, fieros, antisistema y acabaron siendo devorados, comprados, laureados, etc… Lo de siempre.

Cuando Kafka hacía furor me ha resultado una novela divertida, interesante, mordaz, hilarante… Un fidedigno testimonio de los años posteriores a la II Guerra Mundial.

Resumen de lecturas 2014: Olimpo literario

De esta, no me LIBRO

De esta, no me LIBRO

Ha sido este año que se acaba otro año más fértil en lecturas (89), unas lecturas más vibrantes y provechosas que otras. La mayoría de los libros que he leído se han publicado este año, pero también he leído libros que anhelaba leer hacía ya un tiempo como El desierto de los tártaros, Romanticismo, Incendios, Pequeño Teatro, Stoner, El ruletista, etcétera.

Miles de libros se publican cada año y entre ese maremágnum de títulos publicados y publicitados a bombo y platillo por las grandes editoriales como Random House o Planeta, existen otras editoriales pequeñas que hacen cosas estupendas como Ardicia, Carpe Noctem, Impedimenta, Periférica, KRK ediciones, Minúscula, Errata Naturae, Páginas de Espuma, La Uña Rota, Candaya, Sexto Piso, Los libros del Lince, Cabaret Voltaire, Acantilado, Caballo de Troya, Lengua de Trapo, Trifolium, entre otras muchas.

He intentado leer libros de todas las editoriales que he podido, y el año venidero tengo la misma intención: ir a la búsqueda de títulos interesantes de estas editoriales no tan populares y hablar(os) de los mismos en este rincón virtual.

La relación de lecturas del 2014 clasificadas por el nombre y apellidos del/la autor/a es la siguiente:

1-Abelardo Castillo, El que tiene sed, Carpe noctem (2013)
2-Alberto Olmos, Alabanza, Mondadori (2014)
3- Alberto Olmos, Pose, La uÑa RoTa (2012)
4-Alexandr Herzen, Doctor Krupov, Ardicia (2014)
5-Alfonso Mateo Sagasta, El reino de los hombres sin amor, Grijalbo (2014)
6-Alvaro do Carvalhal, Los caníbales, Ardicia (2014)
7-Alvaro Enrigue, La muerte de un instalador, Mondadori (2008)
8-Ana María Matute, Pequeño teatro, El Mundo (1954)
9-Anatole Broyard, Ebrio de enfermedad, La uÑa RoTa (2013)
10-Ann Cameron, El lugar más bonito del mundo, Alfaguara (2002)
11-Anne Serre, Ponte mesita, Anagrama (2014)
12-Antonio López Vega, 1914: el año que cambió la historia, Taurus (2014)
13-Antonio Muñoz Molina, Todo lo que era solido, Seix Barral (2013)
14-Antonio Orejudo, Fabulosas narraciones por historias, Círculo de lectores (1996)
15-Antonio Patricio, Vigilia inquieta, Ardicia (2014)
16-Béla Hamvas, La filosofía del vino, Acantilado (2014)
17-Dacia Maraini, Bagheria, Minúscula (2013)
18-Dino Buzzati, El desierto de los tártaros, Gadir (2005)
19-Edward Bulwyer-Lytton, La casa y el cerebro, Impedimenta (2013)
20-Eloy Tizón, Velocidad de los jardines, Anagrama (1992)
21-Elvira Mancuso, La maestra Annuzza, Periférica (2014)
22-Emmanuel Carrere, Limonov, Anagrama (2013)
23-Enrique Gallud Jardiel, Historia estúpida de la literatura, Espuela de Plata (2014)
24-Enrique Gallud Jardiel, Jardiel -La Risa inteligente, Doce Robles (2014)
25-Enrique Serna, La ternura caníbal, Páginas de Espuma (2013)
26-Enrique Vila matas, Perder teorías, Seix Barral (2010)
27-Esther García Llovet, Mamut, Malpaso (2014)
28-Fernando Clemot, Estancos del Chiado, Paralelo sur (2008)
29-Franz Kain, El camino al largo desierto, Periférica (2013)
30-Gonzalo hidalgo bayal, Conversación, Tusquets (2011)
31-Guadalupe Nettel, El huésped, Anagrama (2006)
32-Guadalupe Nettel, El matrimonio de los peces rojos, Páginas de espuma (2013)
33-Guy de Maupassant, Los domingos de un burgués en París, Periférica (2014)
34-Isaac rosa, La habitación oscura, Seix Barral (2013)
35-J.S. De montfort, Fin de fiestas, Suburbano (2014)
36-Jacques Chauvire, Elisa, Errata Naturae (2014)
37-Javier Cercas El impostor Mondadori (2014)
38-Javier Gomá Lanzón, Aquiles en el gineceo, Taurus (2014)
39-Javier Gomá Lanzón, Ejemplaridad publica, Taurus (2014)
40-Javier Gomá Lanzón, Ingenuidad aprendida, Galaxia Gutenberg (2011)
41-Javier Gomá Lanzón, Razón: portería, Galaxia Gutenberg (2014)
42-Jean Echenoz, 14, Anagrama (2013)
43-Jean Echenoz, Ravel, Anagrama (2010)
44-Jenn Díaz , Es un decir, Lumen (2014)
45-Jerome Ferrari, El sermón sobre la caída de roma, Mondadori (2013)
46-Joaquín Berges, La línea invisible del horizonte, Tusquets (2014)
47-John Williams, Butcher Crossing, Lumen (2013)
48-John Williams, Stoner, Baile del Sol (2010)
49-José Antonio Garriga vela, El cuarto de las estrellas, Siruela (2014)
50-José González, La visita, Caballo de Troya (2013)
51-José María Pérez Álvarez Examen final Editorial Trifolium (2014)
52-Juan Aparicio Belmonte, Un amigo en la ciudad, Siruela (2013)
53-Juan Eduardo Zuñiga, Brillan monedas oxidadas, Galaxia Gutenberg (2010)
54-Julio Llamazares, El cielo de Madrid, Alfaguara (2005)
55-Leonardo Padura, Pasado perfecto, Tusquets (2010)
56-Lorenzo silva, La sustancia interior, Destino (1996)
57-Lucía Puenzo, Wakolda, Duomo (2013)
58-Luis García Jambrina, En tierra de lobos, Ediciones B (2013)
59-Luis Landero, El balcón de la memoria, Tusquets (2014)
60-Manuel Longares, Romanticismo, Cátedra (2001)
61-Margaret Mazzantini, Mar de mañana, Alfaguara (2013)
62-Mark Adams, Dirección Machu Pichu, Xplora (2013)
63-Miguel Alcázar, Bulevar 20, Varasek (2014)
64-Miguel Serrano Larranz, Autopsia, Candaya (2013)
65-Mircea Cartarescu, El ruletista, Impedimenta (2010)
66-Nigel Warburton, Una pequeña historia de la filosofía, Galaxia Gutenberg (2013)
67-Nuccio Ordine, La utilidad de lo inútil, Acantilado (2013)
68-Pablo D´ors, Andanzas del impresor Zollinger, Anagrama (2003)
69-Pablo D´ors, El amigo del desierto, Anagrama (2010)
70-Patrick Modiano, Un circo pasa, Cabaret Voltaire (2013)
71-Piedad Bonnet, Lo que no tiene nombre, Alfaguara (2013)
72-Raúl Guerra Garrido, Dulce objeto de amor, Reino de Cordelia (2014)
73-Ricardo Menéndez Salmón, Niños en el tiempo, Seix Barral (2014)
74-Robert Walser, Jakob von Gunten, De bolsillo (2014)
75-Roberto Arlt, La pista de los dientes de oro, Carpe noctem (2014)
76-Rodrigo Lacerda, Otra vida, Libros de pizarra (2014)
77-Scipio Slataper, Mi Carso, Ardicia (2013)
78-Sergio del molino, La hora violeta, Mondadori (2013)
79-Teju Cole, Ciudad abierta, Acantilado (2012)
80-Thomas Wolfe, Especulación, Periférica (2013)
81-Valeria Luiselli, Papeles falsos, Sexto Piso (2010)
82-Wajdi Mouawad, Ánima, Destino (2014)
83-Wajdi Mouawad, Incendios, KrK ediciones (2011)
84-William Gaddis, Gótico carpintero, Sexto Piso (2012)
85-Willy Uribe, El último viaje del Omphalos, Los libros del lince (2013)
86- J.A. González Sainz El viento en las hojas Anagrama (2014)
87- Menchu Gutiérrez, La niebla, tres veces, Siruela (2011)
88- Agustín Fernández Mallo, Limbo, Alfaguara (2014)
89- Valeria Luiselli, La historia de mis dientes, Sexto Piso (2014)

Los libros que más he disfrutado leyendo durante el 2014 y que pasan a ocupar mi particular Olimpo literario son estos:

Aquiles en el Gineceo (Javier Gomá Lanzón)
Conversación (Gonzalo Hidalgo Bayal)
Ejemplaridad Pública (Javier Gomá Lanzón)
Examen final (José María Pérez Álvarez)
Fabulosas narraciones por historias (Antonio Orejudo)
Gótico carpintero (William Gaddis)
Historia estúpida de la literatura (Enrique Gallud Jardiel)
Jardiel, la risa inteligente (Enrique Gallud Jardiel)
Incendios (Wajdi Mouawad)
La ternura caníbal (Enrique Serna)
Los domingos de un burgués en París (Guy de Maupassant)
Limonov (Emanuele Carrere)
Mi carso (Scipio Slataper)
Niños en el tiempo (Ricardo Menéndez Salmón)
Pasado perfecto (Leonardo Padura)
Pequeño Teatro (Ana María Matute)
Razón: portería (Javier Gomá Lanzón)
Romanticismo (Manuel Longares)
Stoner (John Williams)

Decir también que si me estuvieran apuntando con un Kinder Bueno a la cabeza y tuviera que decidirme por tres libros, serían Las fabulosas narraciones por historias, Stoner y Romanticismo. Y si sólo fuera uno, me llevaría el libro de Orejudo.

Es curioso que ninguno de esos tres libros que comento se haya publicado el presente año, así quien esté ávido de novedades o libros presentistas aquí no encontrará gran cosa, salvo los libros de Gallud Jardiel y Ricardo Menéndez Salmón que sí se han publicado en 2014.

Me resulta curioso también que mis tres mejores libros me los compré hacía ya un tiempo. El de Orejudo en una feria del libro en Logroño hace más de tres años, el de Stoner en la Central en Madrid en diciembre del año pasado y el de Longares lo compré hace cosa de dos años. Los tres libros estaban ahí expectantes esperando su momento de gloria y lo mejor de todo es que tuvo que ser a través de una recomendación que me hizo otra amiga lectora, quien tras leerse Las Fabulosas narraciones por historias y Stoner, me ánimo a leer ambos dos. Y acertó de pleno. De no haberla hecho caso ahoría estaría hablando de Examen Final, Incendios, Conversación o Aquiles en el Gineceo, que van detrás en la lista.

A los amantes de las intrigas y las conspiraciones decirles que El pequeño Nicolás me ha informado (de espaldas al CNI, of course) de que Los Reyes Magos me van a traer de Oriente Las Mil y una Noches y El estuche con la Historia de mi vida I y II y Los últimos años de Casanova, ambos libros de Atalanta. Un montante de más de 7.000 páginas por delante. Un mundo por descubrir. Tanto placer quizás me mate.

Como Gabo, espero vivir para contarlo, para seguir leyendo. El año próximo nos dedicaremos a conocer la obra de Pablo Andrés Escapa, Danilo Kis, Casanova, Rafael Argullol, Balzac, Stendhal, Jordi Steva, Bruce Chatwin, entre otros.

Abandono sólo uno. La parte inventada de Rodrigo Fresán.

Feliz navidad y prósperas lecturas.
Nos vemos en las librerías.

www.devaneos.com
Alberto Olmos
2012
Editorial La Uña Rota

Pose (Alberto Olmos 2012)

Alberto Olmos
Ediciones La Uña Rota
2012
134 páginas

Alberto Olmos (Segovia, 1975) publicó Pose en la editorial Segoviana La Uña Rota en el año 2012.

La novela recoge la estancia de Olmos en Japón y luego en México (en la Feria del libro de Guadalajara). En Japón estuvo el escritor en 2005, en México en 2010. Más allá de que ambas historias transcurran fuera de Segovia y de España y sean un flujo incesante de naderías, poco más tienen en común dentro de este díptico.

Como si se trataran de unos descartes de su muy recomendable novela Trenes Hacia Tokio, Olmos nos ofrece 59 páginas de su paso por el país nipón. Como Olmos se confiesa un mal turista, su mirada y por tanto sus reflexiones se dirigen a lo epidérmico, a saber: hebillas de pantalón, pieles que se erizan al contacto con la yema del dedo, paquetes cárnicos que se inflan descontrolados ante el empuje del deseo, la frontera donde una media femenina nubla el entendimiento masculino. Ese tipo de cosas.
Olmos no obstante se muestra comedido y lo más bizarro a lo que osa es a echar fotos a la entrepierna de una comensal mientras comen todos juntos a ras de suelo en un restaurante.

El protagonista de la historia es un profesor que imparte clases en varios idiomas: A, B, C a diferentes chicas B, K, H. y a mí este tipo de escritura donde uno se muestra tan perezoso me parece una P.M.

Al final de este relato nipón el protagonista juguetea con la idea de clavarse un cuchillo. Se lo piensa mejor y gracias a Dios, el mejor escritor segoviano nacido en el 75, regresa a España, lo cual le permitirá en el futuro seguir publicando novelas, fichar por el grupo Mondadori y darse un rulo por México, acudiendo a la Feria del Libro de Guadalajara en 2010.

Alberto Omos
Alberto Olmos

Que Olmos sea un mal turista tiene un pase, que muestre tan poco aprecio por su lectores, no.

Su periplo por Guadalajara son 63 páginas, que al tiempo que a uno le dan ganas de dejar de leer (esto no lo conseguirá ni Olmos ni escritores mucho peores), me surge la siguiente reflexión: ¿en qué piensan ciertas editoriales cuando publican paquetes como este?.

El protagonista de este relato mexicano es Alb, Alberto Olmos, narrando en tercera persona. Yo creía que así cogería distancia, que el relato sería emocionante, vibrante, chocarrero, explosivo, gamberro. Nada de esto hay.

Olmos va con la idea de no montar un pollo y ese personaje canalla que se montó en internet (Vilas dixit), sólo tiene, parece ser, sentido allí, en las nubes virtuales, porque al natural, viendo (o leyendo) lo que fue su pas(e)o por la Feria, no puede ser el hombre Alberto/Alb, más modorro, sosainas, comedido y aburrido.

Como Olmos es escritor, o al menos escribe libros y supongo que vivirá de esto de escribir, comienza su relato mentando a otros escritores. El primer afortunado es Juan José Millas que también fue a la Feria y viajó en primera clase. Alb lo hizo en segunda.

En la Feria se entera de que a Rafael Reig le han dado un premio los de Tusquets y al final consiguen ambos fundirse en un abrazo en los servicios. En una tertulia con otros escritores castellano leoneses (Esquivias, Abellá, Vallecillo, Conejo, Cuevas) no le canta las cuarenta al moderador, cuando bien se merecía un rapapolvo, mantiene también conversaciones con otros escritores que se reducen a un simple hola y adiós, compra y regala libros a sus lectores y a su regreso a poco se va el avión a buscar las llaves al fondo del mar. ¿Por qué cuando el personaje de una novela está en el interior de un avión hablar de la pantallita en la cual se ve a un avión chiquitín avanzando a paso de tortuga, es ya un lugar común, tanto como hablar del tiempo, o como ver a CR7 sin camiseta?

El final es feliz, y Alb regresa a Madrid sano y salvo.

Si Olmos algún día quiere ser como Gamoneda o como Juan José Millás debe aplicarse mucho más. Para alguien como Olmos que se lo ha leído todo, es un delito contra la humanidad, mejor, contra el lector (como yo que leo sus libros), convertir esta «novela» en un Elogio de la sandez y dejar que una editorial, aunque sea segoviana te la publique.

Alberto Omos en devaneos.