Archivo de la categoría: Editorial Periférica

Julián Rodríguez

Julián Rodríguez

Me desayuno con la muerte de Julián Rodríguez. 50 años. Un mazazo.
Como lector, gracias a Julián y a su sello editorial extremeño, Periférica, durante estos años he tenido la suerte de poder leer a autores como Vicente Valero, Rita Indiana, Elvira Mancuso, Yuri Herrera, Jaua, Sureau, Charlotte Mew, Clémence Boulouque, Cabral, Barrientos y un largo etcétera.

Gracias por tanto.

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La dama que se transformó en zorro (David Garnett)

La dama que se transformó en zorro es una novela del británico David Garnett (1892-1981) escrita en 1922 y publicada por la Editorial Periférica en 2014 con traducción de Laura Salas Rodríguez.

El título de la novela es explícito y nos avanza la transformación de su protagonista, que pasará de ser humano a convertirse en un animal, un zorro hembra.

El narrador es alguien que quiere ajustarse a los detalles y contarnos la historia tal cual fue. Tarea por otra parte imposible pues habla de oídas, así que lo referido irá a cargo de un narrador omnisciente.

Lo curioso de la transformación no pasa por ver exclusivamente cómo este hecho afecta a la damnificada, a Silvia, la cual a pesar de ser un zorro siente (al principio) como una humana y con esos ojos la ve su marido, sino cómo será la relación que mantendrá con este a partir de entonces, a medida que ella vaya asumiendo su nuevo rol animal, lejos del ámbito doméstico.

La historia podría degenerar hacia cualquier parte y lo curioso en esta ocasión es que a la transformación de ella habría que añadir la transformación de él, pues a su manera este envidia la nueva condición de su mujer y por su parte desarrollará ese punto ciego del buen salvaje, toda vez que convertido en un misántropo y alejado del mundanal ruido encuentre solaz en el bosque, junto a su mujer y sus cachorros.

David Garnett narra con precisión, humor soltura y agudeza, sin abundar en los planteamientos metafisicos de la cuestión sobrevenida, vistiendo su escueta narración (poco más de cien páginas) con las galas de la fábula, amén de que esta resulte divertidísima, y leve (a pesar de la fatalidad) como acaba siendo.

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Algunas formas de amor (Charlotte Mew)

Cristina me puso en la pista de este libro de relatos. Son cinco, escritos por Charlotte Mew (1869-1928), de la cual se ha publicado poco o nada en España. En Cuentos de amor victorianos publicados por Alba en 2004, aparecía Algunas formas de amor precisamente el relato que da título a este libro.

En vida Charlotte publicó un centón de poemas y escribió 20 relatos y se granjeó el reconocimiento de Henry James, Virginia Woolf o Thomas Hardy. A ver si alguna editorial se anima, Periférica por ejemplo, a seguir publicando los relatos inéditos de Mew. Aquí, como bien recoge el título todos los relatos son recorridos por aquello que entendemos por amor. Si bien, a finales del siglo XX, el amor, para hombres y mujeres presentaba unas características que hay que adecuar al contexto.

Lo interesante de la propuesta es que el amor muestra aquí toda su potencialidad proteica y si en alguno de ellos cunde el fatalismo, o más bien la imposibilidad, ante ese amor que no pasará de platónico, que se mantiene ahí latente, sin hacerse patente como en “Una puerta abierta”, donde una mujer desafía lo imperante para alejar el compromiso matrimonial e irse de misiones, con un fatal desenlace como se verá o en “Algunas formas de amor” donde un hombre se debate entre el amor hacia dos mujeres, opuestas, una en la flor de la vida y la otra en las últimas, ante la cual ha contraído un voto indelegable, que se ve conminado a cumplir, en otros relatos superando las constricciones sociales dos viudos se permiten darse otra oportunidad, por ejemplo en “Mortal fidelidad”. El detalle de las siemprevivas supone un broche perfecto, lapidario.

Hay espacio a su vez para ese amigo que se encapricha o enamora de la prometida de su amigo en “El amigo del novio”, donde sus prejuicios se irán desvaneciendo ante esa mujer que al principio se le antoja una marioneta y va cambiando ante sus ojos, ganando espacio en su corazón, pasando de lo estético a una razón de ser (la suya) y de estar con ella, pero que no llega a consumarse. De nuevo, la imposibilidad y una relación pareja, triangular, que es similar a la presente en “La esposa de Mark Stafford”, donde Kate se debate entre dos hombres que la pretenden, dando calabazas a unos y a otros, comprometiéndose y luego haciendo la cobra para finalmente acabar de una manera abrupta, irremediable, a muy temprana edad.

Leyendo sobre la vida de Mew la podemos calificar de infausta. Parece ser que se suicidó bebiendo desinfectante, que estuvo enamorada en su infancia, adolescencia y edad adulta de escritoras que no le correspondieron. Varios hermanos suyos murieron de niños, su padre murió cuando ella era joven, su madre cinco años antes que Mew, su hermana, un año antes.

Leo por ahí que Mew estaba trastornada. Quizás fuese ese trastorno la mar agitada que batía con fuerza en su interior desde siempre (su particular sobrevivir a la vida), la que agudizó y aceró su mirada, la que exaltó sus sentidos, abriéndola a una introspección que se despliega y campa a sus anchas por estos relatos, delicados, morosos, plagados de sutilezas y matices. No sería el suyo un trastorno del manotazo, del rompe y rasga, de la voz en grito, sino el de la obsesión por la escritura, el de la literatura que permite ser otra y muchas, camino también de conocimiento, conciencia y redención.

Periférica. 2018. 232 páginas. Traducción de Ángeles de los Santos. Postfacio Liborio Barrera

Lecturas 2018

Esta es la relación de los libros que he leído y reseñado en 2018. Una acertada selección de las lecturas me ha permitido sustraerme -y a su vez desafiar los preceptos délficos: ya saben, aquello de «Nada en exceso«- a uno de los grandes riesgos que corremos los lectores compulsivos: el empachamiento.

Feliz año y felices lecturas.

Ecce homo (Friedrich Nietzsche)
Un verano con Montaigne (Antoine Compagnon)
Algo va mal (Tony Judt)
Nuevas lecturas compulsivas (Félix de Azúa)
El silencio de los libros (George Steiner)
De una palabra a otra: Los pasos contados (Octavio Paz)
Fragmentos (George Steiner)
Nostalgia del absoluto (George Steiner)
Autobiografía sin vida (Félix de Azúa)
Hyperion (Friederich Hölderlin)
Parad la guerra o me pego un tiro (Jacques Vaché)
Los Muchos (Tomás Arranz)
Breve historia del circo (Pablo Cerezal) Sigue leyendo