
Bueyes acarreando troncos

Bueyes

Hórreo

Igleia de Nuestra Señora de los Dolores

Alojamiento

No tardamos mucho tiempo en darnos cuenta de que aquello de «los brotes verdes» era un camelo. La cosa no mejora sino que empeora. Ahí están las últimas cifras del paro. Paseando por Logroño vayas por donde vayas te encuentras con bastantes comercios cerrados. El otro día caminaba por el comienzo de la calle Calvo Sotelo, una calle céntrica, bien ubicada con mucho ambiente . Me encontré con este paraje desolador. Al menos nueve comercios cerrados, uno detrás de otro. Lo que en su día fueron bares, locales de colacación de toldos, papelerías, ahora están cerrados. Antes cerraban un local y pocos después abrían otro. Ahora esto no sucede. Los únicos locales que están abriendo en Logroño, media docena en menos de dos meses, son de Compra y venta de oro.
Esta mañana a las 12 ha tenido lugar en la Plaza del Ayuntamiento el chupinazo, que da inicio a las fiestas Mateas. A Dios gracias, el tiempo ha acompañado. Al contrario de lo que venía siendo habitual años atrás, ahora se pretende que el chupinazo sea limpio, que la gente por tanto no tire litros de cava, vino, huevos y harina a los que allí se encuentran. Por eso, en los accesos a la plaza había dispositivos de seguridad, impidiendo que nadie que llevara botellas o vasos con bebida pudiera entrar, invitándoles a quedarse fuera. Esto hace claro está el chupinazo más limpio y apto para todos los públicos de ahí que hubiera muchos niños e inclusos bebés. Se pierda no obstante algo de intensidad, pues recuerdo años atras, cuando uno iba a la plaza medio tajado, y con lo que bebías antes del chupinazo, durante y luego en la Laurel llegabas a casita que no tocabas ni el suelo,por no hablar de los calderos de agua que tan generosamente te tiraban algunos vecinos de la calle Laurel, a petición propia.
De dicho evento, del primer día de fiestas ahí dejo unas cuantas fotillos. Espero que os gusten.
Si el chupinazo no hubiera sido limpio nos encontraríamos algo como esto
A la hora de buscar un lugar playero en España las opciones son múltiples; pueden ser las Islas Canarias o las Baleares, el Mar Mediterráneo, el Atlántico o el Cantábrico. Finalmente optamos por esta última opción. Lo que tiene este mar es que nunca sabes si te hará bueno más de un par de días seguidos, de ahí que si vas al norte siempre estás con la duda y ahora que en internet puedes consultar la previsión meteorológica a siete e incluso a 14 días, todo es una incertidumbre constante.
Vista aérea del pueblo de Getaria.
De todas las provincias situadas en el cantábrico, nos decantamos por el País Vasco, por la localidad de Getaria, en concreto. Ahora que hay autovía entre Logroño y Pamplona ir a Getaria es un paseo, ni siquiera dos horas de trayecto y menos de dos euros de autopista entre San Sebastián y Zarautz, donde se deja la autopista para hacer los cuatro kilómetros que separan Zarautz de Getaria por una espectacular carretera al borde del mar, que recomiendo a todo el mundo que esté por los alrededores.
La oferta hotelera de Getaria es mínima. Que yo sepa solo hay dos hoteles; el Saiaz Getaria y el Itxas Gain. A eso hay que sumar alguna pensión como el Guetariano, y algún otro restaurante que también ofrece alojamiento.
En las montañas próximas a Getaria sí que hay unas cuantas casas rurales, pero entonces hay que hacer uso del coche, y si prima la comodidad lo mejor es estar ubicado en el centro del pueblo.
El Itxas Gain, es un hotel de una estrella, que únicamente ofrece servicio de desayuno (a razón de cinco euros). Está pegado a la carretera, de ahí que se oiga bastante el ruido de las motos, coches y camiones que desfilan por la misma. Sin aire acondicionado en las habitaciones, cuando atiza el calor, se suda la gota gorda. Lo mejor sin lugar a dudas son el impagable trato que ofrece su propietaria, las vistas al mar y su ubicación, al lado mismo del ayuntamiento, a cinco minutos andando de la playa y a tres minutos de restaurantes como Kaipe, Txoko o May Flower y enfrente mismo del Restaurante Elkano. A un paso también del frontón y de tabernas como el Politena (Kale Nagusia, 9 tfno 943 140113 begin_of_the_skype_highlighting 943 140113 end_of_the_skype_highlighting) cuya barra nada tiene que envidiar a los locales donostiarras en materia de pintxos y unos bocatas que te resuelven la cena, del tamaño de medio brazo femenino.
Hay en Getaria dos playas, una en mar abierto, donde van quienes practican el surf y otra más tranquila donde van las familias. No estaban atestadas de gente, y a las ocho de la mañana no había que ir corriendo a poner la sombrilla como en Benidorm, y hasta las once y pico no empezaba a poblarse. Las aguas estaban tranquilas y limpias y ondeó la bandera verde.
Vista del entorno que circunda la playa. Como se ve no se han producido desmanes urbanísticos de ahí que haya unas pocas casas frente a la playa y mucho verde.
Playa salvaje
A la vera de la felicidad. Si la felicidad existe, es algo parecido a esto.
Comer pescado Getaria es una obligación o un delito no hacerlo. Los pescados los hacían a la brasa enfrente tuyo; doradas, lubinas, chipirones, sardinas, chicharros, etc. La vista al mar, excepcional.
España jugó (y ganó) la semifinal el siete de Julio, San Fermín y en Getaria no vi ni una sola camiseta de la selección, tampoco gorras, banderas, caras pintadas, absolutamente nada de la escenografía nacional típica en cualquier ciudad de España. Tampoco oí ningún comentario sobre el partido las horas precedentes. Cuando acabó el partido no hubo sonar de claxon, ni gente en las calles celebrándolo, únicamente calma chicha. Me resultó raro, muy raro, porque si te vas al extranjero siempre encontrarás algún emigrante español que eche de menos su tierra y anime a su selección (como le sucedió a colegas que residen en Alemania e Irlanda), pero en esta porción de tierra guipuzcoana, al menos de puertas para fuera (habrá que ver si luego no estaría todo el mundo viendo el partido en su casa, en silencio), la selección española y sus éxitos parecía importarles a todo el mundo un pito o una vuvuzela, como prefieran, algo comprensible a la vista de que en las últimas elecciones de las 1000 personas que votaron, entre el PP y el PSOE sumaron 54 votos y cero escaños, repartiéndose los demás votos entre fuerzas nacionalistas que niegan que el País Vasco forme parte de España, siendo partidos soberanistas como son EAJ-PNV, ARALAR, EA.
Unas buenas vistas de Getaria, el mar e incluso de Zarautz en lontananza, se obtienen desde el mausoleo homenaje a Elkano, que se encuentra en la entrada al pueblo, al lado de la carretera. Es un mazacote de piedra, de libre entrada, desde el que se divisa la playa, el monte conocido como el ratón, la Iglesia de San Salvador, el Ayuntamiento y otros edificios insignes de la ciudad.
La atractiva oferta gastronómica de Getaria, con sus pescados a la brasa, hacen de este pueblo un peregrinaje de franceses. Un día nos vimos sentados comiendo fuera del May Flower, y a nuestro alrededor unas diez meses ocupadas con galos. Lo entiendo, porque nosotros cruzamos también la frontera para ir a San Juan de Luz, y si bien la playa nada tiene que envidiar a la de Zarautz, comimos mejor en Getaria que en San Juan.