Archivo de la categoría: Fragmentos

!Abandonad toda esperanza!

[…] escribimos la página sublime, aquella por la que morimos toda la vida, y una vez escrita se incendia ella sola hasta quedar convertida en cenizas.
-Y lo peor ocurre…-dijo otra voz, pero calló arrepentida.
-El dolor más grande es que albergamos el vago recuerdo de esa página escrita, y por eso la pérdida es más cruel, más dolorosa. Pero he aquí que de inmediato volvemos a escribir otra página, la más gloriosa, todavía más gloriosa, portentosa, inigualable, en piedra, digna de nuestra inmensa vanidad, mucho más bella y profunda que la página escrita antes, y de nuevo la hoja se incendia ante nuestros ojos, sumiéndonos en la confusión, en la desesperanza, ¿para qué escribimos entonces?, ¿quién leerá nuestras páginas? !Nadie!
-!Nadie!
-!Nadie!

Plegaria por un papa envenenado (Evelio Rosero)

Visionarios

Criticar o parlotear con la punta de los dedos. Sigmund Freud anticipó el Twitter y el Facebook allá por el 1905: «Aquel que tenga ojos para ver y oídos para escuchar se convencerá de que ningún mortal es capaz de guardar un secreto. Si su boca permanece callada, parloteará con la punta de los dedos».

Contra todo esto. Un manifiesto rebelde (Manuel Rivas). Alfaguara. 2018