Archivo de la categoría: Literatura Italiana

Dacia Maraini Bagheria

Bagheria (Dacia Maraini 2013)

Dacia Maraini
Editorial Minúscula
2013
169 páginas

Bagheria, ciudad siciliana próxima a Palermo da título a la novela autobiográfica de Dacia Maraini, quien en 1947 regresa a Sicilia, proveniente de Japón, donde pasaría junto a sus padres y sus dos hermanas, tres años recluida en un campo de concentración, al negarse sus progenitores a firmar su adhesión a la República de Saló de Mussolini.

Dacia busca en los repliegues del tiempo para arrostrar su pasado y evocar los recuerdos de su niñez, de su llegada a la isla con 9 años. Una isla, Sicilia, devastada tras la II Guerra Mundial, paupérrima, con carencias de todo tipo. Dacia no lo sufre en primera persona pues proviene de una familia aristocrática por la vía materna. A su regreso a Bagheria se alojan en unos establos de la familiar Villa Valguarnera y allí toma contacto con una tierra árida, seca, dura, machacada por el hambre y un sol de justicia.

De todos sus recuerdos que nutren esta breve autobiografía destacaría tres.

Uno es la acusada presencia del sexo en el ambiente, la consideración de la mujer como una propiedad del hombre, que puede disponer y abusar de ella como le venga en gana. Dacia cuenta la anécdota de un amigo mayor que ella, que era entonces una niña, que le puso su miembro en la mano, cual gusano de seda, que fue creciendo hasta dejarle la mano pringosa. Comenta también como la mujer debía simular ser algo parecido a una piedra, pues el menor arrobamiento, gesto, mirada, sonrisa por parte de una mujer debía ser interpretada por el varón como una luz verde para que este actuara e hiciera entonces cuanto le viniera en gana con ella, sin miramiento alguno. Dacia muestra también un amor incondicional hacia su padre, a quien amaba tanto como hija y como mujer, un padre inasible, ausente, un etnógrafo trotamundos, intermitente, con quien Dacia se trasladará a vivir, a sus 18 años, cuando sus padres finalmente acaben separándose.

Saber que no era una experiencia solitaria y aislada, que detrás había un método, unas técnicas en todos los casos semejantes para mantener en silencio a las niñas, encerradas dentro de sus secretos sucios, como si fueran las garantes de la tambalente felicidad familiar, ha sido un alivio y una fuente de conocimiento recícropo, el principio de un discurso común sobre la violencia antigua del mundo de los padres, que han considerado siempre un derecho propio, por destino familiar, la propiedad y la manipulación de las féminas de la casa. (página 51)

Otro asunto que a Dacia le desasosiega es comprobar cómo ese legado que se había mantenido durante dos milenios, un buen día desaparece (muchas páginas del libro de Dacia van en perfecta sintonía con el ensayo de Muñoz Molina Todo lo que era sólido), a medida que se edifica y desaparecen entonces los edificios clásicos, los jardines centenarios, cambiando la fisonomía de una ciudad que pierde así su belleza, su alma. Dacia trata de investigar cómo se perpetraron todas estas actividades constructivas ilícitas. Los que tomaron parte en el asunto, los alcaldes, concejales, secretarios, sufren todos una amnesia generalizada y los pocos que acabaron en la cárcel por haberse saltado a la torera cuantas leyes fueron necesarias para perpetrar esos desmanes urbanísticos, serían amnistiados por la justicia poco después.

Dacia Maraini
Dacia Maraini

Finalmente Dacia quiere atreverse a saber y quiere conocer quienes fueron sus antepasados. Dacia se reconoce burguesa pero dista mucho de ser una aristócrata. Si bien en su mocedad, se refina, devora cuantos libros caen en sus manos, se deja seducir por la música y el arte en general mientras sigue atenta las conversaciones cósmicas y terrenales de su progenitor con un amigo de quien está prendada.
Ya mayor y acompañada de su amiga Bice, Dacia regresará de nuevo a Bagheria para en compañía de su tía Saretta, visitar una vez más, la Villa Valguarnera, la casa de su niñez, una Villa ahora saqueada por los ladrones, con estatuas decapitadas, cuadros en las paredes con antepasados que le hacen a Dacia preguntarse a ésta por su lugar en el mundo, en su historia abierta al pasado como un abanico, mientras nos va aportando datos históricos como el paso de los Borbones por la Isla o anécdotas sobre la vida de su tía Felicita y su afición por la pintura o de su abuela Sonia, una chilena que fue a recalar en la isla, a la cual nunca se adaptó y para quien su vida siempre fue puro teatro.

Bagheria, una novela minúscula y bella que levanta acta de un mundo que ya no existe, que desapareció bajo el cemento y cuya evocación resulta menoscabada, velada, como la fragancia que despide un jazmín que no sea bagheriense.

Alessandro Baricco, Editorial Anagrama, 2013

Tres veces al amanecer (Alessandro Baricco 2013)

Alessandro Baricco
Editorial Anagrama
2013
100 páginas

Con el turinés Alessandro Baricco me sucede algo peculiar, sus libros no me apasionan, pero cuando veo algo suyo publicado no puedo resistirme a leerlo. En su anterior novela, Mr Gwyn, se aludía a un libro titulado Tres veces al amanecer, de un tal Akash Narayan, ese libro, no existía, así que Baricco al que le van mucho estos jueguecitos, acabó Mr Gwyn y se puso a escribir este libro.

La historia aunque es verosimil nos dice el autor que nunca podría ocurrir en la realidad.

Dos personajes se encuentran tres veces, en diferentes momentos, cada ocasión es única, es la primera y es la última.

Cada historia es un relato de 25 páginas, donde hay mucho diálogo y algo de información sobre los personajes. Que estos se repitan, es la base del libro, dado que el hilo conductor y premisa del mismo es que todo es azaroso. Las cosas les suceden a estos personajes (y al resto de la humanidad) de una manera, cuando bien pudieran suceder de la contraria. Que la mayoría de las veces las circunstancias nos obligan a actuar o a responder de tal modo que no somos mas que marionetas en manos del destino, o de otras personas, a las que creeemos querer, o amar.
Como telón de fondo, el amanecer, la alborada, principiando un nuevo día, y quizá la oportunidad de poner el contador a cero, de romper con todo, de romper esos hilos invisibles que nos unen, alimentan y lastran.

Tres veces al amanecer es un libro que se lee y visiona al mismo tiempo, porque resulta muy peliculero, y donde los personajes crecen sobre el papel, con apenas nada, de manera autónoma, porque el don de Baricco quizá sea ese, que logra mucho con muy poco. De ahí que reincida en él una y otra vez.

La herida de abril (Vincenzo Consolo 2013)

La herida de abril Vincenzo Consolo

La herida de abril de Vincenzo Consolo (publicado en Italia en 1963) no se había traducido al castellano hasta este año, gracias a la Editorial Traspiés. Comenta el traductor Miguel A. Cuevas las dificultades que tuvo en la traducción, dada la complejidad del texto, habida cuenta de que más que de un traducción se trata de un desciframiento. Lo que se gana en claridad se pierde en hondura, nos dice en la introducción.
Vincenzo Consolo opta por la elusión, y a mí, que este tipo de novelas en las que uno debe rellenar con su imaginación las lagunas existentes, no me apasionan, hace que la lectura de La herida de abril se haya quedado en un mero arañazo, una lectura más, que no me dejará secuelas.

La historia transcurre en Sicilia, en un pueblo costero, con el Etna como una presencia ineludible, que vomita lava y lo arrasa a todo para generar vida de nuevo. El narrador tiene esa edad en la que todo es un descubrimiento, pero que resulta a su vez muy contenido, espartano, anodino, y lastrado, porque el joven ni se emborracha, ni se va de farra, ni se corre juergas con mujeres, ya que la película de su vida se proyecta en el faldón negro de los curas que les dan clase, y la religión se convierte en el pan suyo de cada día, porque todo son crucifijos y oraciones y vírgenes, y castigos y sacrificios, todo muy severo y muy rancio y muy coñazo.

El joven ha perdido a su padre y ahora su tío vive con ellos, y su madre ha recuperado así su sonrisa, y atiza fuera del hogar un calor de mil demonios, y todo está reseco, y las comidas son densas y especiadas y el sirocco hace que la gente busque un refresco refregándose en los azulejos del suelo y el país, Italia, sale de La Segunda Guerra Mundial sumida en la pobreza y abocada a la Repúbllica, de las fauces del fascismo, tan desorientados los sicilianos que hasta vieron factible convertirse en una colonia gringa cuando aparecieron por allí los americanos y los raqueros van playa arriba playa abajo buscando algo y la miseria se palpa en las páginas y los jóvenes escapan, aunque sean debajo de un hábito, para ganarse la vida como buenamente puedan en otro sitio.

Entre lo que el autor nos elude, lo que se nos cuenta (y no he pillado, aunque se agradecen las 45 notas) y lo comedido que resulta, a duras penas lograré recordar algo de este libro dentro de una semanas, aunque eso nunca se sabe, porque a menudo es más díficil olvidar algo a posta que recordar lo deseado.

El cuerpo humano (Paolo Giordano 2013)

El cuerpo humano Paolo Giordano
Paolo Giordano
2013
355 páginas
Editorial Salamandra

Seguía sin tener nada que leer después de acabar con la novela de Gamberale y mi amiga, la de antes, puso en mis manos El cuerpo humano, el suyo no, el de el italiano Paolo Giordano, de quien confieso no haber leído su obra La soledad de los números primos. No iba por tanto condicionado, no era menester saber si lo de Giordano y el éxito de su primera novela fue casualidad, o si trata de un autor de verdad.

Giordano sitúa la historia en Afganistán, en el ejército italiano, formado por un grupo de jóvenes, que en el desierto afgano tomarán consciencia de lo que son sus vidas y lo insondable que es el alma humana.
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