El espejo del cerebro (La Huerta Grande, 2021) de Nazareth Castellanos, licenciada en Física teórica y doctora en Neurociencia, es un breve ensayo (100 páginas) que me ha resultado muy interesante, al hablarnos acerca de ese gran desconocido que sigue siendo el cerebro.
No resulta el ensayo para nada pesado, porque la gran virtud del mismo es la capacidad o disposición que la autora tiene para beber de Occidente y de Oriente, integrar ciencia y experiencia (que siempre he oído que es la madre de la ciencia), y si en algún capítulo nos explica cómo es la anatomía del cerebro y las distintas parte del mismo, pensemos en el tálamo, hipotálamo, amígdala, insula, la corteza frontal, etcétera, lo interesante es ver la relación que hay entre cuerpo y mente, cómo lo orgánico afecta a nuestra mente, la manera en la que manejamos las emociones (susceptibles de ser trabajadas), las cuales mayoritariamente tienen un carácter automático, aprendido y como el mindfulness nos ayudará a regular, acompañar y aprender a gestionar la emoción. Se habla acerca de la capacidad que tenemos para esculpir nuestro propio cerebro, de las relaciones que se establecen entre el cerebro y otras partes del cuerpo, como el intestino:
Hoy sabemos que los millones de microorganismos que habitan nuestro colon tienen una fuerte potestad sobre la dinámica neuronal. Pero también al revés, desde el cerebro se puede controlar el estómago e intestino.
O acerca de cómo la meditación conlleva una reorganización cerebral.
Otra virtud del ensayo, en mi opinión, es que Nazareth que es una mujer leída, enriquece su ensayo con las palabras de Stefan Zweig, William Blake, Constantino Cavafis, Shakespeare, con letras de canciones de Leonard Cohen, con cuentos ancestrales senegaleses, etc.