Leí la crítica en el fotogramas y me dije que tenía que verla. La primera media hora es pasable, sin nada reseñable. Un chico y dos chicas se van al parque natural de Wolf Creek a pasar unos días y aquello parece donde Cristo dio las tres voces, porque salvo el susodicho no hay ni Dios. Los relojes no funcionan y el motor del vehículo tampoco así que un lugareño se ofrece a ayudarles. Sabemos que en las pelis de terror, gore o no, ayudar a menudo consiste en desmembrar, decapitar, desgarrar o directamente matar. El joven es cagado a Dani Martín el «actor» de Sinfín, de la serie «Cuenta atrás» y cantante del grupo El canto de loco, digo esto por si alguien está interesado en los parecidos razonables.
Han por tanto de tratar de salvar sus vidas y poder contarlo. Ya en su inicio en los títulos de crédito dicen los miles de personas que desaparecen cada año. La película parece estar basada en un hecho real, pero no se pudo confirmar la historia de los supervivientes. Wolf Creek asusta y entretiene a partes iguales, y es una muestra de que otros países, no solo los Estados Unidos son capaces de ofrecer buenas películas de suspense o terror. Con otras películas como Haute Tension o Las Colinas tienen ojos la considero una de las tres mejores películas de terror que llevo vistas estos últimos tres años.
Wolf Creek cine de terror australiano
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