Ayer sufrimos en Logroño 43 grados. Salimos en el telediario alcanzando las máximas temperaturas en España. Bajando por la calle Portales me solacé con el aire acondicionado de la biblioteca de La Rioja, convertida en un oasis urbano, y consultando novedades mis manos aferraron Pleroma, ya saben, la totalidad de lo real. Y así pasé un buen rato disfrutando del extrañamiento que me produce leer a Ángel Zapata. Consumada la lectura, es un decir, porque ninguna lectura se consuma, me encaminé al Bretón a ver Secaderos, dirigida por Rocío Mesa. Y me resultó una película experimental, naturalista e imperfecta, como la vida misma.
Las bibliotecas, refugios climáticos y de lectura. Suerte con el calor. Aquí ayer empezó a llover y nos hemos salvado. Un abrazo.
Hola Juan Pablo. Ya parece que acabaron los calores extremos por este año. Un abrazo.