cancion

Canción (Eduardo Halfon)

Eduardo Halfon
Canción
Libros del Asteroide
Año de publicación: 2021
128 páginas

Eduardo Halfon (Ciudad de Guatemala, 20 de agosto de 1971) persiste en el empleo de la memoria para su obra literaria. Si en otras novelas intentaba arrojar luz sobre la figura de su abuelo polaco, en Canción, lo hará sobre su abuelo libanés Salomón, que no fue libanés (aunque nació en Beirut). Ahondar en la memoria adquiere el rango de pesquisa y la historia de su abuelo así contada, permite a su vez explicar la historia de un país: Guatemala. Y la sucesión de dictaduras y la tutela americana. Halfon es invitado a Japón como escritor libanés (una novedad, porque sí que había sido escritor judío, escritor guatemalteco, escritor latinoamericano, escritor centroamericano, escritor estadounidense, escritor español, escritor polaco, escritor francés…). Cuando se desvela el engaño, o la verdad velada, Halfon se defiende: Hablé de mi abuelo. Hablé de la casa de mi abuelo. Hablé de los hermanos de mi abuelo. Hablé del negocio en París de mi abuelo. Hablé del hijo primogénito de mi abuelo. Hablé del secuestro de mi abuelo (en 1937). Hablé de uno de los secuestradores de mi abuelo (Canción). Hablé de la muerte de mi abuelo (¿la anécdota de la carta?). Hablé cosas de mi abuelo que me fui inventando ahí mismo. Todo me lo fui inventando ahí mismo.

En ese terreno se mueve Halfon inventando o refundando la memoria. Hay un momento en el que rememora un acontecimiento y su padre le hace ver que no sucedió así. La memoria sabemos que es caprichosa, y al final a uno no le vale tanto el qué sucedió sino lo que recuerda de lo que sucedió. El humor brilla ya desde el primer momento con la llegada de Halfon a Japón, la pulsión del deseo –aquí no consumado- también. Las historias, los recuerdos, irán engarzándose eficazmente. En el encuentro con otros literatos a Halfon le toca oír que todas sus historias parecían extraviarse y no llegar a ninguna parte. Ahí está el misterio y la gracia de la novela, de la escritura de Halfon de su corpus narrativo, de ese universo literario que va creando –y muchos como yo, recorriendo- con el transcurso de los años.

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