Walter Benjamin (1892-1940) se propuso ser el mejor crítico de la literatura alemana. La editorial Hueders pone a nuestra disposición, en La tarea del crítico, algo más de veinte reseñas de Benjamin sobre libros publicados entre 1925 y 1940. La lectura de estas reseñas no creo que nos aporte suficientes elementos de juicio como para afirmar que Walter cumplió el propósito arriba enunciado. Un libro de estas características exige conocer los libros reseñados, así como a los autores que los escribieron, conocer en definitiva, muy bien la Alemania de la segunda a la cuarta década del siglo XX, aunque Walter también fije su estilete en autores como Dostoievski (Cuando termino un libro de Dostoievski, primero tengo que regresar a mí mismo, restablecerme. Debo orientarme, como al despertar, tras haberme percibido vagamente durante la lectura, como durante un sueño. Pues Dostoievski entrega mi conciencia maniatada al horroroso laboratorio de su fantasía, exponiéndola a sucesos, visiones y voces que me son ajenas y en donde se diluye. Hasta el más nimio de sus personajes está abandonado a su suerte, fue entregada a ella con las manos atadas) o Léauteaud. En el texto encontraremos interesantes reflexiones filosóficas, históricas, sociológicas, lingüisticas…, pues la labor crítica de Walter trasciende el enjuiciamiento crítico de las novelas, hacia postulados más universales, que nos permitan conocer el pensamiento de Benjamin sobre el pacifismo, la guerra, la crisis de la novela, el humanitarismo, la relación entre la palabra y la imagen, sobre el origen del lenguaje, etc.
A la hora de ejercer su labor crítica Walter seguía esta premisa:
«La crítica debe ser una crítica aniquiladora. Debe dejar de ser eso inofensivo en lo que se había convertido. Tampoco podrá limitarse a la buena voluntad de la enunciación de un juicio del gusto; eso la restringiría al ámbito subjetivo, el de una opinión«.
Me resulta curioso que Walter se negase a publicar la reseña escrita en 1934 de «La novela de los dos centavos» de Brecht, pues los honorarios que le ofrecieron le resultaron insuficientes. Reseña inédita que apareció en 1966. Es evidente, como se ve, que la crítica literaria en particular y los bienes culturales en general, no dejan de ser otros artículos de consumo más, que se rigen por las leyes del mercado.
Una lectura que bien puede situarnos ante el umbral de sus Obras Completas, con las que seguir abundando en Benjamin.
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