Estas vacaciones pisé San Sebastián y a la hora de comer, lo hicimos de bar en bar, probando los pintxos. Cada bar era más caro que el anterior y este el último al que entramos el más caro. Algo así como 2,5 Euros por pintxo. En esta foto se ve algunos de los pintxos del bar. El problema que surge es que todos tienen tan buena pinta que no sabes por cual decantarte, así que conviene pillar media docena e ir estableciendo el ranking. Eso sí, prepara el bolsillo.
Tenían que hacer un Gran Hermano en la parte vieja de San Sebastián, pasar tres semanas de bar en bar, sin salir de allí, probando todas estas delicatessen. A ver si algún productor avispado hace algo así, y se deja de casas de tu vida, grandes hermanos y polladas varias. Lo que la gente quiere es comer y follar, y comer en San Sebastián es más fácil que follar, pues como dicen en VSM «Aquí no hay quien meta»…