Respecto a la vida nocturna de Berlín, seguro que a muchos les sorprenderá todo lo que la ciudad puede ofrecer. Durante los días que estuvimos allí, todos pudimos cenar al aire libre, ya que el tiempo fue excelente y las terrazas son tan o incluso más numerosas que en países como España donde nos consideramos animales callejeros. En caso de llover basta con arrimarse un poco para cubrirse con las sombrillas y ya está, pero los berlineses no se privan del placer de comer en verano en la calle, aprovechando la excelente temperatura y siempre acompañados de una buena rubia, bien sea de las de cerveza o de las de dos patas.

A partir de las 7 de la tarde ya empiezas a ver en las terrazas gente que está pidiendo la última cerveza antes de cenar, o gente que empieza ya a comer algo, y esto puede prolongarse hasta casi la media noche. Sí, hay muchos alemanes que cenan pronto, pero al menos en verano las cocinas cierran tarde, así que no hace falta tener prisa por cenar por si luego no hay comida. Como mucho te podrás quedar sin sitio porque esté todo ocupado.

En nuestro caso descubrimos una zona justo al lado de nuestro hotel, en la calle Grünberger, en la parte este de la ciudad, que no viene en las guías, pero que tiene la animación de cualquier paseo marítimo de nuestro país. En unas cuantas manzanas puedes encontrar de todo: heladerías, creperías, comidas de todos los países y para tomar una buena cerveza, cualquier sitio es bueno.

Buenas zonas para tomar algo también son las de la Alexander Platz, Postdamer Platz o la zona de Kurfürstendamm, más comercial también. Por la noche es más recomendable la calle de Oranienburguer para irse de copas.

En nuestro reciente viaje nos dejamos de ver la zona de Charlotteburg y Postdam, ciudad cercana a Berlín, con palacios y un museo del cine, ya que por allí había unos de los estudios de cine más conocidos. Tampoco vimos el campo de concentración cercano a la ciudad, el de Sachsenhausen, que después sirvió de modelo para otros muchos.

Los dados a las visitas organizadas podrán encontrar también diferentes guías que organizan viajes, y son frecuentes los autobuses para ver la ciudad y los barcos que te llevan por el río Spree.