Lo de escritura creativa me suena a pleonasmo, porque pienso que la escritura o es creativa o no es.
Impartir talleres de escritura creativa es una manera que tienen muchos escritores de ganarse la vida, o al menos de mejorársela un poco. No es habitual encontrar un artículo tan bien sustanciado, de un escritor (Gonzalo Torné), titulado precisamente Contra los cursos de escritura creativa, donde comparto lo ahí esgrimido.
La escritura es técnica, pero sobre todo es imaginación y talento, y eso afortunadamente no se puede enseñar ni aprender en un taller.
Sin estar en desacuerdo con lo que se dice en el artículo, hay muchas cosas a matizar y comentar. Tantas que no las voy a poner aquí para no invadir el espacio 🙂 Solo un breve apunte: el talento no se aprende, pero la creatividad se puede entrenar. Y la práctica siempre mejora cualquier cosa que se haga.
Palimp, si atiendemos a las nuevas corrientes pedagógicas, si leemos a Robinson, estas parecen que van en la dirección que apuntas, también que las escuelas matan la creatividad, en cuanto a los adultos y escritores es verdad que esta se puede practicar y mejorar, y quizás sea cierto aquello de que la inspiración me pille trabajando, lo que está claro, si nos fijamos en figuras como Bolaño, Valèry y otros muchos es que nadie te regala nada, que hay escritores muy buenos que nadie recordará, tanto como que nadie recordará, ni pasará a la posteridad, un escritor malo, o eso dicen.
En cuanto a ocupar espacio, no te preocupes por eso, porque para alguien como tú que se anima a opinar, puedes dedicarle aquí el espacio que quieras.