Una de las dos fuerzas principales de la poesía es su verdad, tanto si se trata de un poema realista, surreal, explícito, críptico o de cualquiera de los tipos en los que los estudiosos clasifican nuestras formas de escribir. Pero la realidad es que un buen poema es tan difícil de hacer, y es tan poco probable llegar a escribirlo, que estas clasificaciones son siempre a posteriori, porque el poema, por muchas intenciones y posiciones previas que se tengan, se construye más como se puede que como se quiere, por decirlo lisa y llanamente. Sin erudición continuaría habiendo poesía. Sin verdad, no.
Joan Margarit. Un asombroso invierno. 2017. Visor poesía.
Verdaguer (Joan Margarit)