Guerra y paz (Tolstói)

Agosto de Guerra y Paz

En 2019 comencé la lectura de Guerra y Paz. Al acabar el primer libro abandoné la lectura. Este mes de agosto he decidido darle y darme otra oportunidad. Ya saben, una lectura de estas estivales de evasión y/o victoria. Diez días después de reiniciar la lectura concluyo ahora el primer libro y me aventuro pues hacia una tierra incógnita.
El caso es que, al menos de momento, y ya van 425 páginas, la lectura no me apasiona ni me engancha, lo cual no deja de sorprenderme (para mal), pues hablamos de un clásico de la literatura universal.
Me gustaría conocer vuestras opiniones sobre la novela, si hay algún libro de los cuatro que sobresalga del resto, alguna de sus quince partes que os haya resultado inolvidable, algún personaje o pasaje memorable, este tipo de cosas. Algo en definitiva que me aliente a seguir avanzando, a fajarme en su lectura, sin ver menoscabado mi ánimo lector.

4 pensamientos en “Agosto de Guerra y Paz

  1. Francisco H. González

    Superada la diabólica cifra de las 666 páginas la novela va adentrándose en terrenos que son interesantes, en cuanto se va dando más peso a la naturaleza humana, a las reflexiones de Pierre y Andréi. El primero entregándose a la masonería, con el propósito de frenar sus pasiones que lo abocan a la depravación. Andréi, después de volver de la guerra como un fantasma busca la soledad, el recogimiento, pero más tarde vuelve a la vida activa bajo el influjo de Speranski, entregado a un espíritu reformador a través de las leyes. Todo les resulta incierto y lo que es misterioso se torna luego vulgar, hay una tensión, un comecome que va ramificándose, bien resuelto que le hace a la novela (al 38%) ir ganando enteros.

  2. Francisco H. González

    Ya superada la página 800, Tolstói, entrega al lector distintas escenas, ya sean de salón, de caza, en la ópera, o bien se adentra en los meandros folletinescos. Hoy puede ser un torero cincuentón y una joven, y en aquellos años del siglo XIX, un príncipe, Andréi, por ejemplo y una bella joven menor de edad, Natasha. La pasión, el ímpetu sexual siempre es el mismo. El canto de sirena del amor, una y otra vez.

  3. Francisco H. González

    Hoy en día se buscan lecturas de evasión y a poder ser cortas, por eso el propósito de leer Guerra y Paz, máxime en periodo estival es ir muy a la contra. Rebasada la página mil, metido de lleno en la historia (y mira que me costó), uno empieza a vislumbrar el final. Tolstói nos da una de cal y una de arena y así Natascha pasa de estar enamorada de un hombre, luego de dos, simultáneamente, para finalmente quedarse sin ninguno de ellos. Al menos de momento. No pierde ocasión el autor ruso para dar su parecer, por boca de sus personajes, en contra de la guerra. Los soldados son, en estas guerras y en cualquier otra, meros peones sobre el tablero, también los que mueren y matan. Y son otros los que idean estrategias bélicas. Algunos ensimismados únicamente con la teoría, importándoles un bledo la práctica. Estrategias cuyo resultado se desconoce siempre, pues son miles de factores los que están en liza en una contienda bélica.

  4. Francisco H. González

    Ya 1.111 páginas. Napoleón va camino de su perdición en tierras rusas, llegando a Moscú. Como Benito en sus Episodios Nacionales se analiza la historia a toro pasado. Tolstói explica que algunas batallas no sucedieron como quedaron registradas en los libros de historia, pues quedarían en evidencia ciertos generales, aquellos que tomaron las decisiones. Pierre se enamora de Natascha, la cual tiene un don para enamorar a todo hombre que se aproxima a ella. Hay pérdidas humanas en masa, y otras particulares, más allá de la condición del muerto todas dejan un poso de orfandad y dolor en los que se quedan.

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