Es curioso que este libro de d´Ors sea su libro más vendido y seguramente el más conocido.
Dice mucho de cual es el interés del lector.
La autoayuda vende cada vez más. En algunas librerías se dedica más espacio a la espiritualidad que a la filosofía, más espacio a Bucay que a Descartes.
Este libro de d´Ors es un testimonio sobre su experiencia sobre la meditación. Para él esta tarea le ha sido provechosa, le ha dado fruto, lo ha hecho más abierto a los demás, menos censurador. No sé si este libro dejará algún poso en el lector no convencido.
Lo que dice el autor no es nuevo. Lo he leído con otros ropajes en textos de Séneca y de otros filósofos y humanistas. Todo se reduce a aprovechar el instante, el momento, vivir tu vida, no la de los demás, no perder el tiempo y las fuerzas con cosas que no lo valen y tener una filosofía de vida que nos permita, no ver la desgracia como una oportunidad como sugiere Pablo, pero sí al menos no con una actitud no catastrófica, con la experiencia que nos dan los años y que nos permite entender que salvo la muerte nada es irremediable.
Cuando Pablo habla de que hace falta muy poco para ser feliz, que con una casita donde poder leer, estar rodeado de amigos, un perro fiel… ya es suficiente, olvida que sólo se puede olvidar del dinero aquel que tiene el suficiente como para no tener que pensar en él. Así, con este aspecto, que no es baladí, cubierto, es decir con el dinero suficiente para tener pagada la casa, el gas, el teléfono y una renta a final de mes, es a partir de ahí, creo, cuando uno puede decidir aburrirse o no, vivir la vida más intensamente o no, decidir acumular experiencias o no, viajar o no, bajarse al bar de la esquina a echarse la partida de mus o bien dedicar su tiempo a meditar.
Por lo demás lo que defiende Pablo ya lo llevó a la práctica el protagonista de su novela Las andanzas del impresor Zollinger, un fulano al que no había adversidad que lo socavara, pues para él, como para los personajes de Robert Walser, la vida puede ser maravillosa.
Dice Pablo que la lectura es un vicio, que hay que leer menos y vivir más. Acierta. Le haré caso. No pienso leer nada hasta esta noche.
Os podéis ir ya todos a… meditar.