Muchos autores, Conrad por ejemplo, se han visto beneficiados por haber crecido en un métier [oficio] que no tenía relación alguna con la literatura. Esto proporciona un material abundante y, más importante, una actitud desde la cual mirar al mundo. Gran parte de la escritura contemporánea sufre de la ausencia de una actitud y de la absoluta carencia de todo material, salvo el que se acumula en la vida puramente social. El mundo, en términos generales, no vive en las playas y en los clubes de alta sociedad.
Vía | Nexos