Año: 2009
Nº de páginas: 136 págs.
Encuadernación: Tapa blanda
Lengua: ESPAÑOL
ISBN: 9788483930458
¿Cómo me he permitido hasta la fecha no haber leído a Ángel Olgoso?. Gracias a ese alud de blogs literarias que pueblan la blogosfera, y buscando entre ellas, a menudo uno encuentra por ahí hallazgos, bajo la forma de reseñas de libros de escritores que llevan ya años cultivando su oficio, sin un reconocimiento masivo, este tipo de autores ocultos que nunca está de más conocer para luego reconocer, nosotros los lectores.
Lo que nos ofrece Olgoso es un puñado de microrrelatos, esa literatura que se mide en las distancias cortas, donde en muy pocas palabras el autor debe engancharnos, cogernos por las solapas, zarandearnos y rematarnos con un golpe certero hasta dejarnos KO. Ahí es nada.
Reconozco en estos microrrelatos el ingenio, la creatividad, el humor, la inteligencia, de un autor capaz de transmitir un montón de sensaciones con muy escasos mimbres: unas cuantas palabras que cobran vida como la arcilla en manos del alfarero. Entre mis microrrelatos favoritos se encuentran Caballería volante, El colibrí del instante, Los ojos, El último lector, Escritura secreta o Subir abajo un trabajo, este último, de orfebre en el que Olgoso da cuenta de lo breve de una existencia, casi un parpadeo, un subir y bajar una escalera. Espléndido.
Si tienen un rato hínquenle el diente a Olgoso y lean sus microrrelatos. Disfrutarán de lo lindo. O quizá no, pero no habrán perdido el tiempo.
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