Alessandro Baricco se dio a conocer en España con su libro Seda, que en 2007 fue llevado a la pantalla grande, ofreciéndonos una película aburrida donde las haya. Seda es un libro poético, de lectura envolvente y liviana, con trazas de best-seller. Luego, Baricco ha ido publicando más libros como Novecento y ensayos como Next, acerca de la globalización. Me topé, a través de una recomendación filial con Los Bárbaros: ensayo sobre la mutación, donde Baricco, mediante una serie de entregas semanales que publicó en un periódico italiano, y que luego adoptó la forma de libro, trata de arrojar algo de luz sobre esos que él denomina bárbaros, que saqueadores de la aldea global, tiran muros, se guían por la velocidad y la espectacularidad, que prefieren lo superficial a lo profundo, que les interesa más trazar trayectorias y buscar nexos de unión, que trazar la verticalidad del profundo conocimiento decimonónico, que no conciben el esfuerzo en el sentido clásico, anhelantes de lo diferente, surcando la periferia.
Para exponer su teoría, el autor recurre a tres elementos populares como son el vino, el fútbol y los libros. En cuanto al vino explica por qué razón según él, el vino del imperio americano ha triunfado en todo el mundo dando sopas con ondas a los vinos clásicos franceses, italianos y españoles. En cuanto al fútbol comenta la primacía de la versatilidad, de jugadores completos que saben hacer casi de todo, ligado a sus experiencias como jugador cadete, donde nunca traspasaba el medio de campo, porque él era defensa, y el medio campo era una barrera infranqueable. Finalmente dedica unas páginas a los libros, exponiendo como la lectura se ha trivializado, seducida la masa de lectores por lecturas como El Código da Vinci, y donde El nombre de la Rosa, de Umberto Eco supuso según Baricco el punto de inflexión, el comienzo del best-seller, donde los libros se nutren de imágenes, de sonidos, de músicas, de periodismo, de ahí que pierdan en profundidad y ganen en ligereza al tiempo que recorren de la mano de lector lugares comunes. De hecho digo yo, que raro es hoy el libro que no puede ser llevado al cine, no porque el cine y literatura sean complementarios, sino porque los escritores, han devorado millones de horas de televisión y cine y escriben con imágenes. Es una realidad que la mayor parte de los libros que se publican, al leerlos tienes la sensación de ver una película, donde el monitor en este caso adopta la textura rugosa del papel, pero donde la superficialidad de lo leído, permite al lector, navegar sobre el libro, con velocidad, hacia el final deseado, sin dedicar un minuto a reflexionar sobre lo leído, porque no hay nada sobre lo que reflexionar.
Baricco habla también de Google, del cambio tan brutal que supuso que dos jóvenes informáticos, se propusieran como proyecto de fin de carrera, hacer un buscador, que permitiera a los internautas encontrar en la red lo que buscaban, entre esa maraña de millones de páginas web. Nos habla también el autor de como hoy los jóvenes acostumbrados a las nuevas tecnologías, con esas branquias que les permiten vivir en otro medio, son capaces de ejecutar varias tareas a la vez, todo ello de manera superficial, tareas tales como consultar su correo, mientras miran los videos más populares en youtube, charlan a través de skype son sus colegas, miran en su móvil si tiene algún sms nuevo, ven sus series favoritas on-line, escuchan las canciones de Lady Gaga, copian y pegan algo de la Wikipedia para sus trabajos escolares, miran sus cuentas bancarias y organizan sus viajes veraniegos, comprando sus billetes de avión low-cost y alquilando sus coches todo gracias a un aparatito conocido como ordenador y una conexión a internet.
Mucho mundo, cabe en un ordenador, y esto hay a quien le asusta, acostumbrado a otra velocidad, a otro ritmo, a la reflexión, al esfuerzo, etc.
Acaba el autor con un epílogo que habla sobra La Gran Muralla y el concepto de muralla, de separación. Para Baricco ya no hay fronteras, no hay civilización de un lado y del otro bárbaros; existe únicamente el borde de la mutación que va avanzando y que corre por dentro de nosotros. Somos mutantes todos, unos más que otros…….lo siento, voy a mirarme en el espejo.
Es evidente que son tiempos de cambio, y que Baricco y otros muchos se preguntan qué es lo que vendrá, como cambiará nuestra forma de ver las cosas, que tipo de sociedad consolidará esta generación y las venideras, en qué mejorará nuestra calidad de vida todas estas virguerías tecnológicas y en qué nos emprobecerá.
Ahí dejo un enlace muy interesante sobre una conversación entre Claudio Magris y Baricco sobre este libro.
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