Nostalgia del absoluto

Nostalgia del absoluto (George Steiner)

Nostalgia del absoluto surge a raíz de cinco conferencias que George Steiner (París, 1929) dio en la radio para la emisora CBC en 1974. A pesar del tiempo transcurrido creo que lo expuesto no ha perdido vigencia. Como es habitual en Steiner (Fragmentos, El silencio de los libros) este hace gala de una prosa sintética, de breve extensión, pero de gran calada, a mi modo de ver.

Toda vez que la religión y la teología han quedado obsoletas, ante ese vacío, ante esa nostalgia del absoluto que siente la humanidad, ésta sigue aferrándose a los mitos, aquellos que les propondrán figuras mesiánicas como Marx, Freud o Claude Lévi-Strauss. Mitologías racionales para explicar la historia del hombre, la naturaleza del hombre, y nuestro futuro. La de Marx termina en una promesa de redención; la de Freud en una visión de regreso a casa con la muerte; la de Lévi-Strauss en un apocalipsis originado por el mal humano y la devastación provocada por los hombres.

Respecto a Marx Steiner comenta que a pesar de los millones de muertos (regímenes totalitarios, gulag, torturas, genocidios…) que han supuesto las prácticas marxistas, sigue teniendo sus defensores porque parece que lo equivocado son los medios no el fin, porque lo que Marx ofrecía, a saber, la redención, la libertad, la verdad, sigue siendo válido. Un mesianismo que lleva aparejado las leyendas e iconografías asociados por ejemplo a figuras como Lenin.

En el caso de Freud Steiner que lo que Freud propone no son verdades universales sino que “sus verdades son de un orden estético, intuitivo, como las que encontramos en la filosofía y en la literatura” y acaba el ensayo a este dedicado afirmando “gracias a la vida y la obra de Freud, nosotros respiramos más libremente en nuestra existencia privada y en nuestra existencia social”. Por el camino vemos el momento en el que Freud y Jung se distancian cuando este último quiere “traer de nuevo a los antiguos dioses”.

Respecto a Lévi-Strauss expone el empeño de este por la antropología entendida como “la ciencia del hombre”, y visto el proceder humano siempre ligado a la aniquilación del hombre y de la naturaleza acaba hablando más de entropología que de antropología. Una entropología que sería “la ciencia de la extinción”.

Y sin personalizarlo en las tres figuras anteriores, Steiner plantea cómo las sociedades occidentales tratan de colmar ese vacío con nuevos hábitos, a saber, el yoga, la meditación y similares. Dice Steiner: El estudiante que pasa las cuentas de su rosario o contempla un koan zen mientras vaga en una neblina melancólica, el ejecutivo apresurado que corre a su clase de meditación o a la conferencia sobre el karma, están tratando de ingerir elementos preenvasados, más o menos de moda, de culturas, rituales, disciplinas filosóficas que son, en realidad, tremendamente remotas, distintas y de difícil acceso. Pero está también, y esto es más importante, articulando una crítica
consciente o instintiva de sus propios valores, de su identidad histórica
.

En el último ensayo comenta si es necesario llevar la verdad hasta sus últimas consecuencias y lo ilustra con un ejemplo en el que se pregunta qué sucedería si la ciencia, la genética, demostrara por ejemplo que unas razas están mejor dotadas que otras. ¿Cómo manejaríamos este material inflamable? Después de la segunda guerra mundial quedó claro que ese empeño por la pureza racial o la creencia de algunos de sentirse superiores bañaron Europa de sangre, así que esta cuestión está orillada, si bien vemos que la xenofobia es un sentimiento que está ahí agazapado, tanto como la necesidad de las guerras, pues según Steiner las guerras parece que actuaran como una especie de mecanismo de equilibrio esencial para mantenernos en un estado de salud dinámica.

Un pensamiento en “Nostalgia del absoluto (George Steiner)

  1. Montse

    Hola creo que Steiner siempre es un autor inspirador y un placer de leer. Su Gramática de la creación y Lenguaje y silencio son dos maravillas.
    En esta Nostalgia aborda temas que siguen de actualidad pues ese vacío, que roza el nihilismo parece que hoy está cada vez más arraigada en la juventud.

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