The Snowman (Jo Nesbo 2007, Harry Hole 7)

The snowman portada libro Jo Nesbo
Jo Nesbo
550 páginas
2007
Vintage Books

Después de El redentor y antes de The Leopard, Jo Nesbo publicó en 2007 The Snowman. He llegado a leer que esta novela es una obra maestra. Ja, ja, ja. The snowman dista a cientos de años luz de la excelencia, y de ser una obra maestra. Lo único que esta novela tiene en su haber es que entretiene a ratos.

El protagonista de la novela es el Inspector Harry Hole, que en esta ocasión deberá dilucidar quién está detrás de las muertes de varias mujeres, todas ellas madres, quienes desaparecen al tiempo que afuera de sus casas alguien, con las primeras nieves, deja plantado un muñeco de nieve. Durante las primeras 200 páginas el ritmo es tan lento y pasan tan pocas cosas y se cuentan de una manera tan sosa y desapasionada que cuesta mucho avanzar en el libro y no dejarlo de nuevo en la estantería. Luego, como en todas las novelas de Nesbo, van surgiendo presuntos candidatos al título de serial killer, los cuales la irán diñando, hasta que uno tiene claro quien es el Snowman que ha cometido los crímenes. Además, si has leído como yo, The Leopard, lo sabes un poco antes, porque en The Leopard, hay un encuentro entre Snowman y Hole, que aclara mucho las cosas.

Hole contará esta vez en su investigación con la ayuda de Katrine Bratt, que hará buenas migas con Hole porque los dos son muy talentosos. Aparecen de nuevo Rakel y Oleg. Rakel ya sabemos que mantiene con Hole una relación sentimental fija-discontinua. Llevan un montón de años saliendo y dejándolo y reecontrándose, haciéndose daño, pero buscándose. !Qué jodido es el amor!. Rakel está saliendo con un médico, un tal Mathias, lo que no le impedirá darse algún que otro revolcón con Hole, el cual sigue luchando por dejar de beber.

El libro me ha parecido el más flojo de todos los que he leído de la saga (son diez publicados y me he leído siete) con diferencia. Al menos The Leopard mantenía cierta tensión. The snowman es un coñazo monumental. Ciertos libros que uno lee, parece que son paridos a la fuerza, sin el menor entusiasmo por parte de su autor, que parece verse impelido a perpetuar la saga, tenga o no nuevas ideas.
A fin de cuentas, llega el momento en la vida de un escritor (los menos), en el que todo lo que este escribe se vende como rosquillas y que incluso encuentra el beneplácito de la crítica, que lo pondrá por las nuebes, aunque el libro, como en este caso, sea horroroso, aburrido y previsible. Si una novela tan floja como esta, es lo mejor que la novela negra nórdica moderna es capaz de ofrecer, mal vamos.

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