La nieve no quiere decir nada: Es sólo una pregunta que
deja caer millones de signos de interrogación sobre el
mundo.
José Emilio Pacheco
Elvira Valgañón (Logroño, 1977) valida con su novela Invierno aquello de menos es más y en apenas 136 páginas arma un potente y emocionante relato polifónico que va desde 1809 a 1965, donde se suceden las guerras -la napoleónica, la de filipinas y la guerra civil española- los amores consumados y consumidos por la ausencia, los exilios y los retornos, los funerales y los adioses, ante unos asustacuervos que principian y clausuran la novela y los cuales nos dirían muchas cosas -si hablasen- del paisaje y paisanaje de Cerveda, donde transcurren todos estos avatares, en parajes fríos y nevados que tanto añorará Lamperna, en sus lances bélicos por Filipinas, que junto a Benildo forman una pareja muy entrañable, que me trae en mientes otra, la formada por Manuel y Montenegro de la estupenda novela de Ernesto Pérez Zuñiga No cantaremos en tierra de extraños.
Elvira crea y sostiene a sus personajes con muy pocos trazos, ya sean Coloma, Fermín, Luis o Basilio, hace un muy buen uso de las elipsis, va encalando los intersticios de la historia de Cerveda, drenando con su prosa sucinta, estilosa y precisa el pasado, que como el deshielo primaveral irá anegando y afirmando el presente.
Conviene, si se puede, leer el libro del tirón. Buscar tres horas de paz y sosiego para disfrutar de la lectura tan intensamente como se merece, dado que esta breve novela de Elvira creo que logra deshacerte y deshojarte, por muy témpano y perenne que uno se piense.
Pepitas de calabaza. 2018. 136 páginas
Me lo apunto para cuando vaya a Logroño, que veo que está en la biblioteca de allí (en las de aquí no)
Hola Palimp, pues ya me contarás qué te parece cuando lo leas. Yo lo he disfrutado mucho. Un saludo.
Francisco.