Esta es la quinta entrega del Capitán Alatriste e Iñigo Balboa. En este libro Reverte nos mantiene entretenidos de principio a fin. Emplea un rico lenguaje, maneja e introduce los datos históricos justos para evitar que el libro se haga árido. En este libro hay traiciones, amores palaciegos, engaños, emboscadas, todo ello acontece en Madrid, a lo largo del siglo XVII. Asistimos embobados a los quehaceres de los grandes de la literatura de la época, estamos codo con codo, incluso sentimos la respiración de personajes ilustres como Quevedo, Lope de Vega, Calderón de la Barca. Somos testigos de las rencillas, odios velados y amores sin condiciones que se profesan la flor y nata de las letras hispánicas. Madrid es un lugar siniestro, peligroso, de calles oscuras donde se suceden las emboscadas, en muchos casos fatales, en donde impera la ley del más fuerte o del mejor enterado, un lugar donde Gualterio Malatesta sigue incomodando a Alastriste, tendiéndole trampas, queriendo implicarle en conspiraciones de altos vuelos.
Sabemos que Alastriste va a morir, no ocurre en esta quinta entrega, pero el autor ya lo deja caer. Entendemos pues, que Iñigo Balboa tomará el testigo del Capitán y seran suyos los ojos a través de los cuales viviremos las nuevas aventuras que Reverte nos tiene preparadas. Además Iñigo coge de la mano a su idolatrado capitán, y lo baja del pedestal en el que lo tenía, incluso en alguna ocasión se ve obligado a pararle los pies, cuando los sólidos principios de su capitán comienzan a desquebrajarse.

El caballero del jubón amarillo es un libro muy divertido, de rica prosa, que engancha y nos hace vivir como si estuviéramos presentes las aventuras y desventuras de Alastriste, Iñigo, Quevedo, etc.

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