La escritora Elif Shafak, fue acusada en septiembre de denigrar la identidad turca y fue absuelta poco después de iniciado el proceso en su contra en Estambul.
Tras analizar su novela «El bastardo de Estambul», la corte consideró que no existían pruebas que sustentasen la acusación. La autora había sido demandada por un grupo conservador en el marco del artículo 301 del Código Penal, que prevé penas de cárcel de hasta tres años por insultos a las instituciones estatales o la identidad turca, indicó DPA.
La Unión Europea (UE) saludó el veredicto, pero reclamó que se elimine ese artículo si Turquía quiere ingresar al bloque.
Shafak, de 34 años (Estrasburgo, Francia, 1971), autora de libros como El limbo, no estuvo presente en el tribunal durante el juicio pues dio a luz esos días a una niña. Las acusaciones se basaban en uno de los personajes de su libro, que trata de las difíciles relaciones entre armenios y turcos y que habla de «genocidio» para referirse a la masacre de armenios durante la Primera Guerra Mundial.
Turquía rechaza que este hecho de hace 90 años pueda considerarse un genocidio y se defiende alegando que los armenios cometían abusos contra la población musulmana.
Los nacionalistas turcos, que impulsaron el juicio, se enzarzaron en una pelea a golpes, que fue detenida rápidamente por la policía, con manifestantes contrarios al proceso una vez conocido el veredicto.
La escritora declaró que la decisión era «muy grata» para ella, aunque es de temer que continúe la ola de juicios contra autores turcos.
El parlamentario de la UE Joost Lagendijk, que viajó a Estambul como observador, consideró problemático que el proceso haya sido abierto y reiteró el pedido del bloque para que se modifique el artículo.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que el fallo era «satisfactorio» y añadió que su gobierno está dispuesto a realizar cambios si se llega a un acuerdo con la oposición.
La libertad no incluye sin embargo el derecho de ofender a la república turca, añadió. Ankara mantiene una posición distante y asegura que la aplicación de las leyes es una cuestión de los tribunales.
A fines del año pasado enfrentó un juicio similar también al Premio Nobel, escritor turco Orhan Pamuk, por haber hablado en una entrevista de «el millón de armenios asesinados«. El proceso fue cerrado tras un largo tira y afloja entre los tribunales y el Ministerio de Justicia.
Hay más procesos contra la libertad de expresión en Turquía.
Además de Ohran Pamuk, Elif Shafak otros como Perihan Magden, Hrant Dink o Pinar Selek han sido juzgados por hablar sobre el genocidio armenio, el conflicto kurdo, o el derecho a la objeción de conciencia en el servicio militar obligatorio de un joven gay y pacifista.