Bernie vuelve a la carga de nuevo en esta segunda entrega de la saga Berlin Noir. La primera novela fue Violetas de Marzo. Bernie sigue en Berlín, los nacionalsocialistas siguen en el poder, y el Reich Alemán está a punto de tomar Los Sudetes en Checoslovaquia.
Bernie recibe el encargo de la propietaria de una editorial, consistente en recuperar unas cartas amorosas de su hijo hacia un médico. Esto le supondría a su retoño un serio problema, al estar los homosexuales en la lista negra del Régimen junto a masones, cristianos, testigos de Jehová, comunistas y judíos.
Las pesquisas de Bernie le llevarán nada menos que a tomar contacto con el ReichsFührer, Himmler (proclive al esoterismo, como bien explica Longerich en una reciente biografía sobre él). En esa entrega Kerr se relaja un poco y no hay tanto chascarrillos como en su anterior novela, pero de nuevo pergeña una novela que se lee de un tirón, muy entretenida y ambientada, que alientan a seguir leyendo, de ahí que ahora tenga entre manos «Requiem aleman», la tercera novela de Berlin Noir.