Llevo ya un par de meses con este diario que es tan volátil como mollar, pues es aprovechable se coja por donde se coja. Así que leo, subrayo, me demoro, releo, y en definitiva gozo con la sabiduría aquilatada de Miguel, con sus sentencias, aforismos, reflexiones, que rezuman, creo, desencanto, fruto lógico y maduro de la lucidez del librepensador. El otro día en Ordesa se planteaba una pregunta que creo se hacen todos los escritores y que Miguel resuelve de la siguiente manera.
Me van a disculpar pero voy a seguir leyendo. ¿Leer?. Sí. Mucho.
Diario volátil (Miguel Sánchez-Ostiz)
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