Leer la Comedia de Dante con traducción de José María Micó ha sido toda una experiencia. El texto leído me resulta fluido, evocador, musical, y en bastantes momentos subyugante.
He tenido la sensación de que este fantástico poema, no obstante, va de más a menos. Como el poeta que necesita de la tristeza y la aflicción para crear, tengo la sensación de que algo parecido sucede aquí. Cuando Dante deambula por el Infierno acompañado de Virgilio, el libro tiene mucho más garra, más mordiente, más intensidad y me resulta mucho más atractivo y subyugante que cuando van ascendiendo hacia el Purgatorio y luego hacia el Paraíso y Dante reencuentra a Beatriz.
Lo que ha pasado a la posteridad está claro que ha sido el infierno dantesco. Sin ir más lejos estaba viendo ayer la segunda temporada de El sabor de las margaritas y los guionistas de la serie recurren a la Divina Comedia, a pasajes del Infierno, a extractos y citas que le sirven al asesino para su puesta en escena.
La edición de Acantilado es primorosa y cuenta con la nueva traducción de José María Micó. El texto es bilingüe. Acompañado de un extenso apéndice dónde se recoge los nombres y una mínima biografía de cada uno de los muchos personajes reales que aparecen en el poema. Al final tenemos también alguna ilustración curiosa, en la que obtenemos una representación del universo dantesco.