A medida que van pasando los meses y los años desde que los Estados Unidos se decidieron a invadir Irak, han transcurrido 40 meses de la ocupación, con su presidente Bush a la cabeza, lo que se presumía un desastre se ha confirmado. Este último mes han muerto en Irak, más de cien soldados américanos. Las bajas civiles se cuentan por millares y no hay un solo día en el que no haya algún atentado o matanza. La dictadura ha dado paso a la anarquía, y todo el dinero que llega para la reconstrucción no llega a materializarse en nada en concreto. De esta guisa la luz, el agua, los elementos básicos están peor que cuando gobernaba Sadam.
Lo más triste de todo será cuando los Americanos abran los ojos y entiendan que las vidas que pierden allá no han servido para nada y les hagan volver a casa, con una insignificante recompensa. Han logrado meter a Sadam entre rejas eso es un hecho, el país ahora quizá sea más libre, pero al mismo tiempo más caótico y salvaje. Salir a la calle es una aventura que puede resultar mortal. Ahora Irak es la gran causa de los terroristas. No sabemos el tiempo que las fuerzas americanas seguirán en Irak, pero día a día seguiran muriendo soldados y civiles en una espiral sin freno que llevará el país a la más absoluta ruina. Un fracaso, pues con mayúsculas.