Para hacer berenjenas rellenas, para dos comensales usaremos dos berenjenas. Hemos de partirlas por la mitad, a lo largo, dejándolas simétricas. Con un cuchillos quitaremos la pulpa, que partiremos en trozos. La carne de la berenjena, hay que ponerla con sal, para que suelte el agua y con ello el amargor. Con unos veinte minutos es suficiente. Luego hemos de escurrir el agua lo máximo posible. El relleno lo podemos hacer con carne picada de cerdo, emplear champiñones, taquitos de jamón serrano. Yo las suelo hacer con taquitos de jamón, que pongo a hacer en una sartén con un poco de aceite, y donde añado la pulpa de la berenjena ya escurrida. Lo tenemos haciendo diez minutos y mientras vamos haciendo una bechamel. Para ello en un cazo ponemos un trozo de mantequilla a fuego medio. Una vez fundida, añadimos harina gradualmente hasta que absorba toda la mantequilla y se quede hecha una bola. Añadimos entonces leche y la sal y comenzamos a remover con una cuchara de madera. La leche irá disolviendo la pelota, hasta quedar una sustancia a la que nosotros le daremos la consistencia que queramos, en función de la leche que añadamos. Para la berenjena la bechamel, ha de ser más líquida que para hacer, por ejemplo croquetas. Le añado también a la bechamel un poco de nuez moscada rallada, que le da un toque muy especial.
En las berenjenas vaciadas, añadimos el jamón y la pulpa y luego unas cucharadas de bechamel. Por encima añadiremos queso gruyere, mozzarella o parmeggiano y las meteremos al horno a hacer durante 25 minutos a 175 grados.