Cuando leo esto de Camba, pienso en Bolaño:
La literatura no es, como creen muchos literatos, una cosa tan grande y tan bella como el mar o como el cielo; a lo menos, la literatura que hace todo el mundo. Es una mala manera de ganarse la vida, y nada más. Irse al mar o a la montaña, a un lago o a un bosque, escoger cuidadosamente cielos azules y crepúsculos áureos para luego sacar de todo ello tres cuartos de columna del cuerpo nueve… No.
Esos tres cuartos se escriben más dignamente a la luz de un quinqué, bajo el techo ahumado de un cuartito de seis duros, en el quinto piso de una calle cualquiera. Incluso con un hijo en las rodillas.