Espeluzna más que asusta que novelas como esta lleguen a publicarse. Ann demuestra un talento indudable para escribir paridas y memeces. Trabaja en la universidad de Virginia en el departamento de escritura creativa. No es coña, CREATIVA, que es más recreativa, donde Ann ofrece un ocio ramplón que supone un ataque frontal a lo que yo entiendo por literatura. Es de la misma cuerda, e igual de infumable que Departamento de especulaciones.
Es posible que esté bajo el influjo de Antagonía y así se explique que engendros como este se me antojen como antiliteratura.
Os dejo unos párrafos para que veáis cómo ¿escribe? Ann.
Gatopardo ediciones. 2016. 128 páginas. Traducción de Catalina Martínez Muñoz.