Una amiga me recomendó Corazón de tinta de Cornelia Funke, una escritora alemana, ilustradora y autora de libros infantiles que había cosechado un gran éxito con esta novela en su país y que es autora de otros tantos libros infantiles como El jinete del dragón (2004) o El señor de los ladrones (2002), por citar alguno. El libro me ha gustado mucho. Es ameno y divertido, con un halo mágico que te mete en la historia desde el principio, donde entusiasmarse con las desventuras de Mo, Meggie, Dedo Polvoriento, Capricornio, Farid y demás personajes de la novela. La historia hace que Mo, un encuadernador de libros tenga la facultad de, al leer los libros en voz alta hacer que los personajes de los mismos dejen el libro para salir al mundo exterior. Si alguien sale de libro, alguien de fuera debe entrar en él, «quid pro quo«. Pero a veces el infortunio juega malas pasadas. De tal modo que la mujer de Mo, Teresa, pasa a formar parte de un libro titulado Corazón de tinta.
Este libro se lee con suma facilidad y entre los capítulos hay ilustraciones de la autora. La novela nos permite desconectar del murmullo circundante, de la algarabía política y de los teledarios sangrantes para embebernos en la lectura de una novela bien narrada, con una trama muy sugerente, con la que pasar unas cuantas horas de agradable lectura. La continuación de Corazón de tinta, fue Sangre de Tinta publicado en 2005 y se ha cerrado la trilogía con Muerte en tinta.