Giani Stuparich
Minúscula
2008
124 páginas
Tenía ganas de leer más cosas de Giani Stuparich (1891-1961), dado que su novela Un año de escuela en Trieste me gustó mucho.
La isla es una novela breve, intensa y maravillosa.
Un padre en las últimas quiere que su hijo le acompañe unos días a la Isla en la que nació y vivió buena parte de su vida.
El hijo accede, deja las frescas montañas del interior y arrostra en la isla la luz blanquecina, el calor bochornoso, los mosquitos hambrientos, la compañía de pecios humanos en el inmueble donde se alojan y sufre al ver a su padre pasarlas canutas ante el simple acto de comer.
Stuparich tensa el relato -con una prosa descriptiva, registrando a la perfección no sólo el paisaje isleño, sino también muy agudo en el análisis introspectivo de las emociones y sentimientos del padre y del hijo- buscando los opuestos: la montaña fresca y la isla cálida, la decrepitud paterna y la lozanía del hijo, la alegría diurna y el pesar nocturno, la esperanza de una recuperación milagrosa y la constatación brutal del presente fúnebre, la vida contra una muerte que como si jugara ella también al escondite inglés se fuera acercando paso a paso hasta ganar el juego.
El hijo tratará de hablar con su padre, como si en las palabras hubiera algo parecido al consuelo, cuando al final la calma viene simplemente por la compañía, por la presencia del ser querido.
Dejar la isla y ver desde el barco como ésta mengua y se desvanece es una metáfora espléndida de lo que supone la pérdida de un ser querido.