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La maestra Annuzza

La maestra Annuzza (Elvira Mancuso 2014)

Elvira Mancuso
Periférica
2014
219 páginas

La editorial Periférica publica esta novela que la italiana Elvira Mancuso (Caltanissetta 1867-1958) escribió en 1906 y que fue rescatada del olvido gracias a Italo Calvino y Salvatore Silvano Nigro.
Esta historia hay que ubicarla a comienzos del siglo XX, en Sicilia, en un pueblo próximo a Caltanissetta, donde el papel de la mujer en la sociedad de esa época y en esas zonas rurales se reducía al de la reproducción y al ejercicio de tareas domésticas.

Es en este contexto la figura de Annuzza toma relieve como el de una mujer que navega contracorriente, que no quiere repetir los errores de su madre, que quiere prosperar y progresar y ve en el ejercicio de la profesión de maestra la posibilidad real y efectiva de cambiar su situación personal y familiar, ya que con el sueldo que percibiría como docente, no dependería más que de sí misma y podría así evitar que su madre perdiera su vida en tareas mal pagadas y sacrificadas.

El caso es que Annuzza no tiene padre, ni hermanos, y su situación económica es precaria y su madre gana solo lo suficiente para mal vivir, así que Annuzza se ve abocada contra su voluntad a dar el sí a un próximo enlace matrimonial con Pasquale un joven bonachón e ignorante, pretendido por todas las mozas del pueblo, a quien no le perdonarán que se decante por Annuzza, una don nadie, en lugar de por ellas, que la superan, o eso creen ellas, en todo.

Annuzza se imagina esposada y muerta en vida, sin poder cumplir su objetivo de ser maestra, así que fija las condiciones del enlace. De tal modo que se casarán cuando ella ya tenga su título de maestra. A Annuzza dejar su pueblo, mudarse a un internado a Caltanissetta y entrar en contacto con el mundo de la cultura, la transforma de abajo arriba. Se debate entonces la joven entre el cariño que siente por su anegada madre y su rechazo hacia ella por cuanto tiene ésta de ignorante y pueblerina, rehuyendo mirarse en ese espejo en el que puede acabar convirtiéndose si flaquea. Ese odio lo reparte también con su pretendiente Pasquale, a quien ningunea, pues tiene muy claro que no es el hombre de su vida, máxime cuando conoce a otros hombres, como el profesor Neretti por quien bebe los vientos, prendada de su porte aristocrático, sus finas maneras, su elegante vestir, su elegancia espontánea.

Como la vida va Annuzza la ha escrito un guionista que tiene muy mala uva, la pobre no ganará para disgustos, con varios frentes de batalla abiertos con todos los que la rodean: la directora del internado, sus profesores, sus compañeras, su madre, su amado, las voces del pueblo que la injurian en sordina, etcétera.

El final de la novela convertida en una ofrenda a la Diosa del desamor, no puede acabar de otra manera que como acaba: un final trágico, cortante, súbito.

La figura de Annuzza abrirá el camino a otras mujeres que decidirán situarse a sí mismas en el centro de sus existencias, sin atender a otro fin que buscar su felicidad y lugar en el mundo, sin tener que cumplir las expectativas que una sociedad rancia, misógina, y retrógrada tenía preparada para ellas desde su nacimiento, por razón de su sexo.

Un libro el de Elvira que analiza con precisión, dureza y detalle la complejidad del alma humana y sus contradicciones, anhelos y afanes, y el cual resulta muy necesario para comprender mejor los albores del siglo XX y el camino que afortunadamente hemos ido recorriendo en el viejo continente en pos de la pretendida igualdad (de derechos para ambos sexos) y donde todavía queda mucho camino por recorrer.

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Butcher´s Crossing (John Williams 2013)

John Williams
Editorial Lumen
2013 (publicado en 1960)
358 páginas

Bear Grylls se nos mostraba en la televisión como El último superviviente. Casi 60 años antes, Miller, uno de los protagonistas de esta intensa y muy recomendable novela, sería algo como El penúltimo superviviente.

Si el anterior y magnífico libro que leí de John Williams, Stoner, se ambientaba en el mundillo universitario (para luego disertar sobre la condición humana en todas sus vertientes), Butcher´s Crossing se centra en la naturaleza más salvaje, más desnuda.

El protagonista es Will Andrews, que allá por los años 70 del siglo XIX deja la Universidad tras licenciarse en Harvard, para vivir experiencias más intensas que las que le deparan los libros. Decide entonces irse al Oeste y conectar con su yo interior.

Tranquilos, no es este un libro de autoayuda, de esos que tratan de cambiar el mundo, como los de Andrés Pascual (nuestro escritor riojano más universal).

Will recala en Butcher´s Crossing típico poblado de un western donde hay cuatro casas, un salón-abrevadero, algún curtidor, un sastre, unas cuantas rameras, y muchos tipos sucios y mal afeitados que pasan la tarde templando el gaznate a base de alcohol y cazando.

Will cual etnógrafo quiere conocer los usos de la zona y se topa con con Miller, un cazador curtido en mil batallas que le cuenta un cuento mágico. Miller sabe de un lugar donde hay miles de bisontes, un lugar al que sólo él conoce como arribar. Un paraje que nunca ha sido hollado por el hombre.

A Will hacerse rico le da lo mismo, pues está más ávido de experiencias que de billetes, pero lo que le cuenta Miller le pone, así que decide correr con los gastos de la expedición. Al lado de Miller (el penúltimo superviviente), se situarán Schneider un alemán de profesión curtidor, que quiere hacerse con un capital y que es inaccesible como la cara norte del K2, y Charley Hoge, encargado del rancho, de montar el campamento: la intendencia en definitiva, agarrado a su Biblia y a la botella, con su único brazo bueno, pues el otro se lo amputó el frío.

Antes de dejar el pueblo, Will se queda prendado de Francine una bacante con la que no llega a acostarse pues sufre un arrebato de decencia al verla en cueros.

Una vez se ponen los cuatro en marcha, la novela deviene trepidante, un viaje apasionante, donde nuestros viajeros pasan de morir casi de sed, en busca de algún arroyo que les de la vida, a verse sepultados bajo la nieve entre montañas.

Gracias a Miller, un superviviente de tomo y lomo, para quien todo es fácil de resolver, quien nunca se pone nervioso, como si estar al límite de la existencia fuera su estado natural, el resto de los viajeros podrán salvar el pellejo porque por sí solos, no durarían allí solos, en la intemperie ni un par de días.

Miller y los suyos tienen un único objetivo: matar miles de bisontes, coger sus pieles, venderlas y hacerse ricos. ¿Lo conseguirán?. Vale la pena (mucho) leer el libro hasta el final para descubrirlo.

Si Stoner era muy introspectivo, aquí la mirada del narrador se posa más en el paisaje que rodea a sus personajes, en la naturaleza amenazante, que convierte al hombre en una marioneta a merced de la climatología adversa. Así, ya sea por la sed, el hambre, el calor o el frío, esta novela es una lucha del hombre contra los elementos, y en ocasiones contra los sentimientos, pues al contrario que Miller que ni sufre ni padece, Will sí se deja vencer por los afectos, la melancolía, la añoranza, y es capaz de salir de sí mismo para tratar de entender algo de lo que les está acaciendo en esa lección de vida.

Esta novela me ha gustado porque además de ofrecer unas páginas muy bien escritas, resulta una aventura adictiva, que transcurre a finales del siglo XIX, pero que resulta de lo más actual, pues esto de sobrevivir lo llevan haciendo los humanos incluso antes de ponerse erectos y pensar luego en mejorar sus condiciones de vida.

Si no sabéis qué libro llevaros estas vacaciones a la playa, a la montaña, al pueblo, al ambulatorio o a la cola del INEM, Butcher´s Crossing es el libro perfecto. Una lectura refrescante y vívida, como pocas.

Emmanuel Carrère

Limónov (Emmanuel Carrère 2013)

Emmanuele Carrère
Editorial Anagrama
400 páginas
2013

Poeta maldito en Ucrania y París, enculado por negrazos y amo de llaves de un multimillonario en Nueva York, eremita en la República de Altái, fundador del Partido Nacional Bolchevique en Rusia, miliciano en los Balcanes (del lado Serbio), adicto a mujeres adictas y a niñas de quince años, alcohólico, preso en la prisión Lofórtovo y en el campo de concentración de Engels, enemigo de Putin, escritor de libros de éxito, asiduo de calabozos, transgresor, etc.

No es esta una versión del tema de Sabina, “La del pirata cojo”, sino de las andanzas (no sabemos si del todo veraces o no) de Limonov, el cual sí existe.

Nada sabía la figura de Limonov hasta leer esta biografía que le escribe Emmanuele Carrère (investigando por su cuenta y tras varios días de entrevistas). Después de leerla, la sensación es parecida. Si damos por bueno, eso de “por sus obras los conoceréis”, en el caso de Limonov podemos llegar a pensar que seremos capaces de desentrañarlo, de ir al núcleo de su personalidad. Tarea nada fácil, porque Limonov tiene más caras que un icosaedro.

Su único afán es dejar huella, no ir a la fosa común de la historia sin pena ni gloria. De esta manera su meta no es otra que llamar la atención, hacerse notar, ser transgresor, alcanzar notoriedad. Y a su manera lo consigue.
Limonov quiere vivir una existencia vibrante, emocionante, intensa, apasionada y esto le acarrea toda clase de aventuras que le suceden, a menudo porque va a su encuentro de cabeza.

Limonov (Eduard Veniakov) nace en un pueblo de Ucrania, en 1943, durante la II Guerra Mundial, juguetea de niño con las letras escribiendo poemas, alguno de los cuales resultará premiado. Su padre es un carcelero, funcionario gris y anodino y su madre una mujer dominante. Limonov quiere poner tierra por medio y lo consigue.
Deja su pueblo y se traslada a Moscú, de allí a Nueva York, donde se codea con la jetset neoyorkina, trabajando como mayordomo de un ricachón.

Limonov conocerá mujeres con las que llevará el su amor apasionado al límite. Unas le dejan a otras las abandona él. Algunas mueren, como si estar con él fuera una enfermedad mortal. Limonov en su ánimo de nutrirse de experiencias de todo tipo, se acuesta con también con hombres, plasmando sus experiencias en El poeta ruso prefiere a los negrazos. Tendrá también a su lado mujeres A, galácticas (al menos físicamente), y se enamorará también de una menor. Limonov de esta manera, fiel a sí mismo, supera sus límites, cruza fronteras físicas y morales.

Limonov quiere participar en una guerra (en su libro Diario de un fracasado ya soñaba con insurrecciones violentas), la que sea y cuando acontece la de los Balcanes en los 90, deja París, donde vive y se va para Sarajevo con los Serbios a pegar tiros, a vivaquear, a convivir entre soldados o milicianos, a disfrutar de la camaradería de hombres que saben que pueden morir al día siguiente, a disparar con su metralleta sobre la ciudad y llega a entrevistarse con Radovan Karadžić, cumpliendo así su deseo de ser un hombre de acción.

Pero como es un hombre de contrastes, Limonov que ama el ruido y la furia, también necesita su momento de calma, de paz y armonía y en Asia Central encuentra su paraíso, en medio de la nada, en la república de Altái, perdido en el mundo, como un eremita. Limonov es capaz de escribir El libro de las aguas, cuya materia prima es algo tan beatífico como el agua.

Y al tiempo que se va forjando un nombre en el mundo de las letras rusas y europeas, sigue en su empeño de ser un agitador, un desestabilizador de gobiernos, de seguir peleando a la contra, de seguir tomando partido (más allá de que las causas sean nobles o no).

Limónov
Limónov

Y un buen día lo llevan a la cárcel acusado de terrorismo.

Después de tanto deambuleo, de tanto forzar la máquina corporal a tope, a Limonov le toca ver el mundo a través de los barrotes de su celda.
Allí Limonov se saca jugo a sí mismo y en lugar naufragar en su reclusión, alcanzará el nirvana. Él cree que de esa experiencia, de su reclusión forzada, puede sacar algo parecido a la felicidad y aprovecha cada minuto, nutriéndose y sacando provecho de cuanto le rodea: gente presa, para recoger sus vidas y experiencias por escrito, y llegar a sentir lo que es saberse respetado e incluso querido por criminales.

Mientras, la URSS que Limonov conoció de niño deja de serlo, se desmiembra, llega al poder Gorbachov y su Perestroika, cae el régimen comunista, Solzhenitsyn, muestra el mundo la peor cara del comunismo: los Gulag.
Yeltsin llega al gobierno, el capitalismo salvaje se impone, los oligarcas rusos se hacen multimillonarios. Hasta que las aguas vuelvan a su cauce y los Rusos llevan al poder a Putin..

El libro resulta ameno en todo momento, aunque me ha parecido que va de más a menos. Limonov no es el mismo con 20 años que con 60, donde su furia juvenil se sosiega, se templa, y la historia entonces resulta más convencional. Ojo, todo lo convencional que supone estar en una celda unos cuantos años pasada la cincuentena.

Carrère combina con acierto el artículo periodístico, la biografía, el relato de aventuras, y el ensayo histórico sobre los últimos 70 de la URSS.

Execrable o no, la vida de Limonov aunque sea una mierda (según sus propias palabras), a mí como lector me ha resultado apasionante.