Archivo de la etiqueta: reseña

IMG_20220321_184928

Al brillar un relámpago escribimos (Manuel Fernández Labrada)

Al brillar un relámpago escribimos
Manuel Fernández Labrada
Trea Ediciones
2022
140 páginas

Manuel Fernández Labrada es autor de las novelas El refugio (2014), La mano de nieve (2015) y Ciervos en África (Trea, 2018). De esta última hablé hace cuatro años, coincidiendo con su publicación y guarda relación con Al brillar un relámpago escribimos, la última creación literaria de Manuel. Si en Ciervos en África el lector tenía ante sí una suerte de fabulario apócrifo en el que el autor, bien provisto de humor e ironía daba una vuelta de tuerca a los mitos griegos, aquí, sin desatender esos mitos, abunda más en la actualidad.
En total, 226 minificciones divididas en cinco apartados: Tipos de cuento, La feria de los machistas, Colgados del pentagrama, Heridos de tiza y El peor amigo del perro.

Minif(r)icciones que son puertas abiertas al infinito en las que el autor aborda los machismos (y micromachismos, usos y abusos), el animalismo, la pedagogía, la crítica literaria, la (de)función editorial, las brechas digitales, la fama literaria, y un sinfín de temas más, abordados oblicuamente, con mucho sentido del humor y agudeza, tal que vale la pena leerlos varias veces para sacarles todo su jugo. Minificciones que nacen ya desde el título del capítulo, siguen en el encabezado de cada página y se rematan entre paréntesis como faldón de la minificción. En tan corto recorrido a veces, un título es crucial, tan decisivo como el texto que lo acompaña, desarrolla, o secunda.
En la página web del autor, Saltus Altus bitácora de reseñas literarias indispensables podemos leer algunos de las minificciones de este espléndido libro. Comenta ahí el autor que su única ambición al escribirlo ha sido la de entretener al lector estimulando su imaginación. Objetivo cumplido.

Ahí van algunas de mis minificciones favoritas. Y válgame el oxímoron, no dejen pasar estas emolientes inve(c/n)tivas.

Nuevas tecnologías

El futuro del libro no está en los e-books y los e-readers, sino en el robot que sabe leer directamente del papel: una avanzada herramienta desarrollada por nuestros ingenieros que resulta imprescindible para los libros regalados, los de letra pequeña o borrosa, los voluminosos, los extensos, los aburridos, los dificiles de comprender… La máquina, que ha sido testada exitosamente con La comedia humana de Balzac, ofrece a su poseedor un resumen completo del argumento, así como una breve nota crítica: todo ello en un documento de extensión inferior a las diez líneas, original y fácil de memorizar. El autómata resuelve con igual rapidez la lectura de otros textos aún más fastidio sos: manuales de electrodomésticos, envases alimentarios, prospectos de medicamentos, originales remitidos a las editoriales y concursos…

Señalaremos, finalmente, que este nuevo modelo de robot es mucho más complejo y sofisticado que nuestro anterior invento: el autómata que escribe los libros.

(Lectio facilior)

Historias de éxito

«… sentí una fuerte comezón en la punta de los dedos y me dispuse a escribir lo que bullía en mi mente. Tras quince minutos de intenso trabajo me detuve y conté las líneas de texto. ¡Eran catorce! Luego medí los versos… ¡y anoté once! También observé las rimas, que manifestaban una asombrosa regularidad. Admirado ante tanta belleza, hice una rápida consulta online en el ordenador y confirmé mis sospechas: ¡Era un soneto!».

(Taller de escritura automática)

[…]

Debido a la rotura de nuestra destructora de papel, queda sus pendida temporalmente la recepción de manuscritos.

(Un motivo de peso)

Al fin hemos hallado la mejor manera de resolver el espinoso asunto de la recepción de originales: colocar un buzón de la editorial en la planta municipal de reciclaje.

[…]

.

(La solución final)

Desaparecido Memnón, la estatua viviente, no le ha sido difícil a Herta ganarse la vida en el circo. Acostumbrada a tener que hablar siempre por su marido, nuestro director se apresuró a recomendarle que se hiciera con un muñeco articulado.

(Taller de ventriloquia)

El recital de música contemporánea que nos brindó ayer el famoso violinista griego levantó un poderoso muro de incomprensión a su alrededor. Por fortuna, los brillantes solos de música barroca interpretados hoy por el no menos célebre trompetista judío lo han derribado con facilidad.

(Tebas vs. Jericó)

Eterno retorno

Nadie puede negar que nuestro instituto ha sido el primero en desarrollar un currículo académico inspirado en principios estrictamente ecológicos y sostenibles. Gracias a una innovadora práctica docente, fundamentada en la callada labor de nuestros profesores, los alumnos terminan su ciclo sin haber aprendido nada de nada, viéndose obligados así a cursarlo de nuevo al año siguiente. A este proceso sin fin, que nos garantiza un alumnado siempre estable y perfecta mente integrado, lo denominamos «Cariños que matan

Una de las ramas más interesantes de la veterinaria actual es la psi coterapia canina, una especialidad que se ha revelado muy útil en el diagnóstico de patologías perrunas que hasta la fecha habían pasado desapercibidas.

Tal es el caso del denominado «complejo de peluche»>, un morbo del que desconocemos las causas, pero que hace estragos entre los pe rros más pequeños y mejor atendidos. En efecto, de poco sirve que el animal sea lavado, esquilado, peinado, perfumado, desparasitado, vacunado, castrado y abrigado con esmero. La enfermedad, que se inicia con manifestaciones leves de tristeza y sueño prolongado, alcanza pronto estadios de mayor gravedad, caracterizados por una astenia debilitante, pérdida progresiva del movimiento y afonía. Llegados a este punto, la curación de la mascota resulta ya muy difícil, y lo más recomendable para su dueño será que la lleve a un taxidermista.

IMG_20220309_172023

Horda (Ricardo Menéndez Salmón)

En su novela El silencio, Don DeLillo planteaba la situación de un apagón digital. Una imagen del silencio, en el que nos veríamos sumidos. Un silencio que quizás, me pregunto, no nos sería liberador. En Horda, Ricardo Menéndez Salmón, nos presenta un horizonte distópico, limado, vaciado por el silencio humano. Si Lluís Duch acuñó la feliz expresión «empalabrar el mundo«, aquí tenemos un mundo sin palabras, sin risa, sin recuerdos. Pregunto ¿Podemos seguir hablando de humanidad?
Si el orgullo humano en la construcción de la Torre de Babel fue castigado con el caos de las lenguas, aquí otra clase de presunción (el abaratamiento del lenguaje; aquel del que nos hablaba Javier Marías en este artículo) es castigada con el silencio, la sustracción del lenguaje y los recuerdos. El humano así vaciado cuenta con un mono como mascota. Al frente los niños. El que ponga un pie fuera del tiesto será eliminado. El ojo panóptico es Magma es Tesauro. El humano un ser vaciado, convertido en un cascarón de carne y hueso.
El protagonista es Él, arquetipo de la resistencia y la esperanza. Y sin nada que perder decide huir, buscar el norte. A su vera un bonobo. Dos criaturas bajo un cielo vaciado de dioses.
En una esfera, cuanto más te alejas, más cerca estás de regresar al origen.
Si la evolución condujo hasta el homo sapiens, como nos pasa en el juego de la Oca, a veces hemos volver al punto de partida. Avanzar ya no sería sólo una cuestión de suerte, sino de hacer las cosas de otra manera.

Leer bien significa arriesgarse a mucho, dijo Steiner. Arriesguémonos, y de paso disfrutemos de la prosa de Ricardo y su sintaxis, hontanar en el que abrevar para apagar, aunque sea momentáneamente, la sed.

Ricardo Menéndez Salmón en Devaneos

Gritar
Los caballos azules
La ofensa
La luz es más antigua que el amor
La noche feroz
Niños en el tiempo

El Sistema
Homo Lubitz
No entres dócilmente en esa noche inquieta

IMG_20220308_182656_837

La ratonera (Agatha Christie)

En un pueblito cercano a Londres una pareja acaba de inaugurar una casa de huéspedes. Fuera llueve y nieva. En Londres se ha cometido un crimen. Distintos huéspedes van llegando a la casa. Más tarde hace aparición un policía informando de que el asesino está entre ellos y que van a cometerse más crímenes, dado que al parecer hay una venganza por medio. Unidad de lugar por tanto y una trama que se desarrolla en pocos días en esta pieza teatral, Personajes huidizos, de los que se nos hurta su pasado, e incurren en contradicciones. Todos ellos son presuntos culpables.
Agatha maneja a la perfección el suspense, hasta el golpe de efecto final.
La ratonera es una de las obras de teatro más representadas a nivel mundial.

IMG_20220301_190410

La Pasión de Rafael Alconétar (Mario Martín Gijón)

Escribo con el corazón palpitante, fresca la emoción. Acabo la novelaberinto de Marío Martín Gijón agotado. Novela imposible de leer de un tirón, sino a tirones, a trancas y barrancas (el autor despacha unas cuantas páginas en distintos idiomas: catalán, italiano, alemán, francés, portugués- Gracias a Dios, o a google lens, que uno pueda sortear estos trances). Después de unas cuantas lecturas, las que he llevado a cabo estos últimos quince años, la novela de Mario me parece una cumbre. Vaya eso por delante.

Pienso en la escritura y los malabares del lenguaje como en un ejercicio acrobático, circense, también puro contorsionismo (hay un sinfín de id(e)as de olla), un caminar sobre la cuerda floja, mirando a los ojos el vacío que también te mira a ti, y pienso en lo difícil que es definir o retra(c)tar a alguien, el lenguaje ofreciendo la resistencia y persistencia de la resaca, que lejos de la orilla y de conducir la narración a buen puerto, la sitúa en alta mar, a medida que los acólitos, amantes, amigos o detractores de Rafael, nos hablan del muerto o el desaparecido, esto no se sabrá hasta el instante final, hasta los últimos estertores de la novela, y diez años después de su muerte/desaparición, una de sus amantes y alumnas de un taller literario por él impartido, trata de esclarecer los hechos y toca reconstruir la memoria con la perspectiva que da el paso y el peso y el poso del tiempo. No es tanto la extensión de la novela, casi 750 páginas, porque he leído novelas más extensas sin el menor esfuerzo, sino el uso y disfrute que el mayúsculo autor MARIO MARTIN (A)G(U)IJÓN, hace del lenguaje lo que la hace especial, Una novela trabajada al máximo que exige igual dedicación al lector que se deje perder en este dédalo. No olvidemos que una novela es una suma, aquí adicción de palabras, como si Joyce se hubiera zampado a Bayal y Mario se hubiera tomado como algo personal, a lo largo y ancho de casi una década (lo que ha durado la gestación), el agotar o acogotar el lenguaje en su novelaberinto, explo(r/t)ando todas las posibilidades que el lenguaje ofrece y merece, y así a aquellos que gozamos lo que sí está escrito con los juegos de palabras e innúmeras muestras de ingenio que Mariofrece, la lectura te sume y consume, al constatar que la narración no avanza, porque me dirán (pueden poner un comentario) cómo se avanza en la definición de una persona, cuando cada opinión hace de contrapeso de la anterior o directamente la contradice. Las páginas o pajinas (algunas están hechas para correrse: para que sintamos cómo nuestras mentes son folladas una y otra vez, en un gangbang bestial) son un disfrute por la cantidad de matices que ofrecen, porque cada cual da su parecer sobre Rafael (inasible, inaprensible, inmarcesible. Para unos un maestro, para otros un depravado, para otros un escritor sin parangón, para ellas un amante bandido, para otros un falsario) en un tono elevado, tocados por las musas y por una verbosidad subyugante, al tiempo que se arremete contra ciertos usos y costumbres muy arraigados en la docencia, tanto bachicerril (Leo: Tú no sabes lo embrutecedora que es la labor de un profe de secundaria. Docencia que parece que lejos de sacar al exterior lo mejor de cada alumno para que germine, consiste en ahormar, uniformar, constreñir a los alumnos hasta esterilizar su imaginación) como universitaria o en la crítica literaria, incapaz de juzgar (para denostar) aquello que queda fuera de las luces de posición de sus alcances. Reflexiones interesantes, como esta acerca de la fama: La fama te excluye de ti mismo, te entrega en hipoteca a tu público.
Más gesta que gesto, persisto alumbrado y deslumbrado. Sigo las cuitas o coitos del Maestro y sus discópulas, atento a los hi-meneos de cad-eras y sig(i)los. Leo que Rafael creía en la polinización de la literatura. Y sí, es porosa en sus esporas y la lectura cala y cuela. Esta novelaberinto es un porqué, este porqué una razón, esta razón nuestra infaustina Pasión: la de Alcón-eta-r, pájaro de altos vuelos y atmósferas imposibles, terrorista de lo establecido, sus jerarquías, atavíos y servilumbres que calientan la sopa boba de estómagos agradecidos.
Rafael es un espectro. Un fantasma enmascarado. Un lienzo en blanco, en el que cada uno irá marcando un punto o chorreando sobre él, ora la hiel, ora la miel, ora el menstruo, ora pro bilis. ¿El resultado?
El éxtasis del lenguaje. ¿Muerto por sobredosis? No.

Leo: Regresar a esa época olvidada en la que vivíamos sin lenguaje. ¿Sin lenguaje?, ¿Después de haber leído casi 200.000 palabras?. Me quedo sin habla, luego escribo.

Leo: Los buenos libros, como la vida, solo tienen un defecto, pero imperdonable: que terminan.

Cierto.

Imaginen que Odiseo regresa a casa y Penélope quitándose (o poniéndose) las gafas progresivas le pregunta ¿eres tú? Sí, soy yo, qué pasa, responde él, preguntando, ¿Y qué tal la odisea (en minúscula, porque diez años tricotando se pasan volando)?, vuelve a requerir Penélope. Bien, replica Odiseo con gesto de fastidio, mirada torva y sin entrar a mayores.

Una reseña, ante un libro como el presente (sí, es un regalo para cualquier lector@), da para eso: para una sola palabra: Léanlo. (si/sí ( /,) son capaces)

La novela la edita (y de qué manera) KRK.