Atendiendo a la portada del libro podemos pensar que Fray Luis de León (1527-1591) es el autor de El Cantar de Cantares de Salomón. El cantar fue incorporado a la biblia como el más bello poema de amor vivido por el rey Salomón y la hija del Faraón. A mediados del siglo XVI Fray Luis de León tradujo el original hebreo palabra por palabra atendiendo a la corteza de la letra. Hasta entonces la inclusión bíblica del cantar atendía a que en dicho texto se entendía que entrañaba un significado alegórico y una continua remisión a la religión y a la Iglesia.
El comentario del texto que hace Fray Luis de León al Cantar es portentoso. Basta con hacer la siguiente prueba: leer primero el cantar, luego leer el cantar y las explicaciones al mismo dadas por Fray Luis de León y finalmente volver a releer el cantar. Veremos cómo claramente nuestra percepción del texto ha cambiado, se ha visto enriquecida.
Llevando a buen puerto aquello de buscar la corteza del texto, Fray Luis le saca al mismo todo su jugo. Leer su prosa es un deleite para nuestros sentidos, también un encarecimiento de la lengua castellana. El amor recíproco entre Salomón y la hija del faraón, aquí bajo la figura de dos pastores, confiere a sus diálogos la semblanza de una égloga. Su juego amatorio es dado a los careos, los desfallecimientos, los celos, la crispación por la ausencia, la presencia capaz de colmar cualquier deseo.
Todo es aquí lenguaje florido, voluptuoso, carnal, en este galanteo pródigo en requiebros, en un amor nada casto que necesita de besos y caricias, el juntar de lenguas y alientos, la presencia del cuerpo amado del que coger fruto, como un jardín lleno de dones, pensamientos amorosos los que se tributan, elevando al otro -considerado ya parte de su mismo ser- a golpe de epíteto al ideal.
La edición de Vaso Roto cuenta con la edición y estudio a cargo de Víctor García de la Concha, lo cual es un plus más para este magnífico libro, uno de los más bellos del Renacimiento, de uno de los mejores prosistas del Siglo de Oro.